La idea de organizar una Temporada Internacional de Formula Libre o máquinas especiales en 1947 fue todo un éxito. Esto se debió a varios factores: la impecable organización del Automóvil Club Argentino, basada en la claridad de juicio de su presidente, Dr. Carlos P. Anesi, en el empuje extraordinario de un deportista-dirigente como Francisco Borgonovo y de la imprescindible ayuda oficial. 

Eléxito se repitió en 1948, con la participación de más equipos y pilotos de primer nivel. 

Entre ellos nos visitó Amadée Gordini con su Ecurie, trayendo dos monoplazas del tipo T11. Estos a diferencia de los italianos eran autos chicos, muy livianos y de petit cilindre, tan solo 1200cc. En circuitos largos y rápidos no tendrían ninguna chance frente a las Maserati y los Alfa Romeo, pero sí en circuitos sinuosos, como lo era el del Parque Independencia en Rosario. 

Después de disputadas las dos primeras carreras en Palermo y Mar del Plata, don Gordini presentó sus autos en Rosario. Uno lo corrió el experimentado Jean-Pierre Wimille, y el otro fue encomendado a Fangio por recomendación del mismo Wimille, quien había visto un enorme potencial en el chueco, que para entonces era un novato que contaba con la escasa experiencia de dos carreras corridas en la Fórmula Libre, semanas antes con una de las Maserati del ACA.

Las Gordini dominaron la carrera, con Fangio y Wimille intercambiando posiciones hasta que el motor del auto del balcarceño se rompió y el francés vio la bandera a cuadros. 

Esa noche en la cena de entrega de premios, Wimille, impresionado por el talento que había visto en el piloto de Balcarce, declaro: “Hoy conocí a un hombre que cuando tenga un verdadero auto de carreras en sus manos, hará maravillas, Fangio, será un gran campeón». 

El equipo argentino rumbo a Europa

En 1948 el Automóvil Club Argentino formó un equipo para representar a nuestro país en Europa, integrado por Fangio, Oscar Gálvez y Pascual Puopolo. Irían acompañados por Juan Carlos Guzzi como representante del A.C.A. y el expiloto Ricardo Nasi como representante de YPF.

La comitiva partió primero rumbo a los Estados Unidos, para visitar las plantas de Ford, Kaiser y General Motors, además de presenciar las 500 Millas de Indianápolis con el fin de conocer más sobre las competencias en Norteamérica.

Desde EEUU volaron a Italia y se dirigieron al circuito de Ospedaletti, en San Remo, para encontrarse con Clemar Bucci quien estaba hacía un tiempo probando suerte en Europa. Aquella carrera fue ganada por Alberto Ascari y Bucci terminó tercero con una Maserati alquilada. 

Por esas cosas del destino, Fangio se encontró en un restaurante de San Remo con Aquille Varzi a quien había conocido en la temporada Argentina 1947. Varzi invitó a Fangio a sentarse en su mesa. La charla se extendió por varias horas y terminó con la invitación a todo el equipo argentino a su casa en Galliate. Nacía una gran amistad. 

Pocos días más tarde la comitiva partió a presenciar el Grand Prix de Berna y ver la experiencia completa de cómo se preparaba un equipo para ese tipo de competencias. La experiencia fue muy dura, en una de las primeras pruebas perdió la vida el amigo Varzi y la comitiva argentina acompañó los restos del as italiano junto a su familia. Por tal motivo el ingeniero Menotti Varzi, padre de Achille, albergará al equipo argentino que al año siguiente llevaría orgullosamente el nombre de su hijo.

Tiempo después se supo que aquel fatídico día de la muerte de Varzi, Amadée Gordini estaba buscando a Fangio en el circuito para ofrecerle uno de sus autos.

Dos semanas más tarde los argentinos viajaron a Reims para ver las pruebas de Fórmula 1 y 2. En los entrenamientos Maurice Trintignant sufrió un accidente que le impedía correr, y Gordini le ofreció su auto a Fangio que sin pensarlo acepto y no defraudó al ingeniero francés, marcando el segundo tiempo de clasificación en la prueba de Fórmula 2, y el decimoprimero en la clasificación de la Fórmula 1, siendo el mejor Gordini clasificado y dejando atrás a algunas Maserati, Talbot y Alfa Romeo de mucha mayor cilindrada. 

En ambas pruebas debió abandonar por rotura de motor. La exigencia del auto para poder estar a la altura del poderío rival terminaba obligadamente en abandono. 

La Temporada 49 y la muerte de Wimille en Palermo 

En 1949 más escuderías y pilotos visitaron Argentina para las Temporadas. La lista de inscriptos era más extensa y de primer nivel. Con las modernas Maserati 4CLT copando los primeros puestos de clasificación. 

Amadée Gordini trajo al país nuevamente dos monoplazas tipo T15, los chasis 0010GC Y 0007GC (Gordini Course).  El primero para Wimille y el segundo con la idea de convencer a Fangio para que lo utilice en Rosario. Pero el sueño duró poco, ya que el astro francés murió probando la Gordini en su primera práctica en el Circuito de Palermo 

Gordini muy afectado por la muerte de su primer piloto y amigo, retiro los autos y volvió a Europa. Según un diario de la época, ambos monopostos quedaron en el país y fueron vendidos al playboy dominicano Porfirio Rubirosa, quien era embajador de aquella república en la Argentina, y quería llevar autos y pilotos para promocionar el automovilismo en su país. Pero aquella negociación no prosperó y los autos pasaron a formar parte del equipo argentino para afrontar la temporada europea. El team del ACA contaba con 2 Maserati 4CLT, 2 Ferrari 166 y las 2 Simca-Gordini T15. 

Aquel 1949, Fangio ganó en Mar del Plata con Maserati 4CLT y luego de ganar con el Volpi-Chevrolet en Belleville, partió a Europa, donde venció en las primeras cuatro carreras en las que participó. La ultima de ellas en Marsella con la Simca-Gordini T15 pintada de azul y amarillo. Ese día Benedicto Campos llegó quinto con la otra Simca-Gordini del equipo del A.C.A. Esa fue la última participación de estos autos aquel año, ya que los circuitos eran más aptos para optar entre las Ferrari y Maserati. 

En 1950 Fangio firmó contrato con Alfa Romeo para correr en la primera temporada de la Fórmula 1 y solo corrió algunas carreras para el equipo argentino junto a Froilán González, ambos con Maserati 4CLT y en alguna presentación, Roberto Mieres con Ferrari 166. 

Para entonces las pequeñas Simca-Gordini ya no eran competitivas para las pretensiones de Fangio, González y el equipo argentino. Al año siguiente fueron vendidas en Argentina y transformadas en biposto por el carrocero Aldo Borghi.   Tema que trata la segunda parte de esta nota.


2 comentarios

Mike · julio 2, 2021 a las 6:39 pm

Un justo recuerdo a esos nobles monopostos y a sus valientes pilotos (porque seguramente había que girar a la par de los otros con estos autos chicos y esas gomitas…) y, claro está, a la gesta de don Amedée Gordini.
Como tengo familia que vive a 5 cuadras del Parque Independencia, iba a recorrer esas calles que formaban el circuito y creo que la última vez que se usó fue en el homenaje a Ferrari por su primer triunfo fuera de Europa, celebrando los 50 años de la carrera ganada allí por Farina en 1949. En septiembre de 1999 se juntaron todas las Ferrari posibles más autos clásicos, réplicas, monopostos, etc. Fue increíble y pude verlos a Bitito, Froilán, Cupeiro… y el Lole sobre un Fórmula 2 girando allí el el Parque!! Emocionaba!!

    Willy Iacona · julio 5, 2021 a las 11:16 am

    Asi es Mike, fue un gran evento. Plagado de autos y pilotos importantes. Lindo tema para hacer una nota y recordarlo. Voy a buscar info y fotos. un abrazo

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