La legendaria marca fundada por Ettore Bugatti nos sorprende con el Bolide, la respuesta a cuál sería un auto fundamentalmente liviano construido en torno a su icónico motor W16 de 8 litros. El estudio experimental pertenece al exclusivo grupo de los hiperautos que lo ubica en el pináculo de los autos de alta performance de Bugatti, y ha sido proyectado y construido en su planta de Molsheim, Francia.
Está impulsado por el motor W16, el que aun creado en 2005, sigue impresionando. Siendo Bugatti una de las diez marcas del Grupo Volkswagen, este motor fue desarrollado a partir de dos blocks de Audi V8 que equipaba al Bugatti Veyron de más de 1000 HP y que llegaba a los 409 km/h. En una evolución de 1479 HP también es el impulsor de los más recientes Chiron y Divo.
Con una carrocería mínima para una máxima fuerza descendente, el Bolide es el concept más rápido, más extremo y más liviano de la historia reciente de Bugatti. Su motor W16 de 8000 cm3 con cuatro turbocompresores produce 1825 HP de potencia y 1850 Newton-metro de torque que le permite una relación peso-potencia de 0,68 kilos por HP.
Las apuntadas son cifras sorprendentes, a la par de las logradas en Fórmula 1, pero con 500 km/h de velocidad máxima, unos 120 km/h más de los que desarrollan los autos de F1 en los circuitos más veloces. Valores tan asombrosos como que su aceleración de 0 a 100 km/h es de 2s17/100 y que para llegar de 0 a 500,505 km/h demanda 20s16/100.
Sin embargo, debemos señalar lo relativo de estas comparaciones, porque el Bolide no debe cumplir con las restricciones de reglamento alguno. De todos modos, sus responsables consideran que podrá recorrer la vuelta en Le Mans en sólo 3m07s, mientras que estiman que cubrirá el trazado Nordschleife de Nürburgring en el orden de los 5m23s.
Un ejemplo de las tantas optimizaciones ha sido el sistema de admisión y escape, mejorado para una respuesta más rápida. A su vez, para una mayor presión en la sobrealimentación y potencia a alto régimen, Bugatti colocó cuatro turbocompresores de nuevo desarrollo con álabes también mejorados. La lubricación también ha sido perfeccionada a través de fuerzas centrífugas elevadas optimizando el circuito de aceite, el chequeo de válvulas, presión y tanques de aceite, así como el diseño de la bomba de lubricación del cárter seco.
Para el mejor desempeño posible en los circuitos, el Bolide tiene un intercambiador de calor aire-aire con un pre enfriador de agua en lugar del intercambiador de calor agua-aire. Por delante del eje delantero hay dos enfriadores de agua que pueden proveer un sistema de refrigeración más efectivo.
En cuanto a los frenos, posee un sistema de competición ventilado y enfriado por un nuevo turboventilador de compresor radial híbrido de carbono y titanio.
La estética del auto juega con el clásico azul Francia de Bugatti con el negro de la fibra de carbono, sólo interrumpida por la pequeña insignia de Bugatti en rojo. La carrocería tiene las usuales líneas exasperadas en este tipo de deportivos, con una canalización interna y otra externa por cada lado de la tradicional parrilla en forma de herradura, salvo que en el Bolide aparece mucho más disimulada.
Otra característica de su diseño es que la carrocería está recorrida por una nervadura longitudinal central, que pasada la mitad del auto se va convirtiendo en una aleta para mejorar la estabilidad. El centro de la sección trasera nos muestra los cuatro escapes centrales y un elaborado perfil extractor para aprovechar al máximo el flujo de aire que pasa por debajo del Bolide. Como en el extremo delantero, en la parte trasera el rojo juega con el azul y el negro.
La transmisión ha sido diseñada específicamente la pista, con el motor y la caja optimizados para alcanzar la máxima velocidad. Al mismo tiempo, el peso del sistema de transmisión ha sido reducido en gran medida. Cuenta también con tres radiadores de aceite enfriados por aire para la transmisión, motor y diferencial con un pre enfriador de agua que reduce las temperaturas aun en las vueltas más exigentes de un circuito.
Bugatti hizo todo lo posible para alcanzar el reducido peso de 1240 kilos, sin nafta ni aceite. Los tornillos y materiales de sujeción usados son de titanio. En muchas áreas también fueron empleados componentes huecos, de pared delgada de aleación de titanio aeroespacial diseñados con una impresora 3D. Con un espesor de medio milímetro son extraordinariamente delgadas, y aun así enormemente estables y fuertes, con una resistencia a la tracción de 1250 newton por milímetro cuadrado.
Las fuerzas que trabajan tanto en el deflector delantero como en el alerón trasero son transferidas a través de componentes de titanio ultraliviano aunque realmente sólidos. Sus respectivos pesos son de apenas 600 gramos el apéndice delantero y de 325 gramos el trasero.
Otra innovación sorprendente del Bolide lo constituye la piel exterior de forma variable de la toma de aire del techo. Este provee un flujo de aire activo óptimo, y cuando el auto marcha a baja velocidad, la superficie de la toma mantiene su uniformidad. En cambio, circulando a alta velocidad, aparece un campo de burbujas. Este proceso reduce la resistencia aerodinámica de la toma en hasta un 10 por ciento y reduce las fuerzas ascendentes hasta un 17 por ciento. A 320 km/h la fuerza descendente resulta de 800 kilos en el spoiler delantero y de 1800 kilos en el alerón trasero.
El monocasco ha sido desarrollado por Bugatti y construido en carbono, así como la zona delantera integral y la aerodinámica sección inferior de la carrocería. La dureza de la fibra es de 350000 newton por milímetro cuadrado y de una resistencia a la tracción de 6759 newton por milímetro cuadrado, cifras sólo comparables con las de la industria aeroespacial.
La estructura trasera ha sido ensamblada en acero soldado, con una resistencia a la tracción de 1200 newton por milímetro cuadrado, aun cuando el espesor de la pared es tan sólo de un milímetro. Esto ha sido posible con el uso de acero inoxidable de alta fortaleza, un material usado en aviación.
“El Bolide es la máxima respuesta a la pregunta de qué sucede si Bugatti construye un hiperdeportivo enfocado a la pista que contemple las requerimientos de seguridad de la FIA. Ha sido diseñado alrededor del grupo propulsor W16 con una estructura y carrocería mínimas. El resultado es una cáscara lo más pequeña posible para un auto de un desempeño impresionante permitido por la verdadera madurez del W16. Toda la experiencia y habilidad de Bugatti ha sido condensada en el Bolide, una innovadora fuente de información para futuras tecnologías, y por lo tanto, es más que tan sólo un ejercicio intelectual”. Un concepto de Stefan Ellrott, integrante del directorio y jefe del desarrollo técnico de Bugatti.
Por su parte, Stephen Winkelmann, presidente de Bugatti, expresó: “Bugatti es reconocida por la continua búsqueda de innovaciones tecnológicas, en línea con las valores de la compañía de excelencia, coraje y dedicación. Y Bugatti nunca se queda quieto. Siempre buscando nuevas y emocionantes metas, y la pregunta que siempre tenemos es mente es: ‘¿y qué tal si…?’ Nos preguntamos si podíamos entender el poderoso motor W16 como un símbolo tecnológico de la marca en su forma más pura, con solamente cuatro ruedas, motor, caja de cambios, volante de dirección y el único lujo de dos asientos. Otro aspecto importante de nuestras consideraciones fue una refinada afinación de nuestro icónico grupo propulsor sin ninguna limitación en lo referente a la relación peso-potencia. Estas consideraciones resultaron en el Bolide, un experimento intransigente, un pura sangre que en su bruta exclusividad impresiona por su alto desempeño, bajo peso y una experiencia conductiva en una completa nueva dimensión para asegurar la mayor experiencia conductiva. Estamos presentando a los entusiastas del mundo entero de la marca nuestra interpretación de un Bugatti de tiempos modernos para pista y para hacer que sus más fervientes deseos se hagan realidad”.
Sin embargo, este último deseo es por ahora relativo, ya que no ha sido anunciada la producción en serie del Bolide.
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