El primer campeonato del Turismo Carretera con motores de tres litros de cilindrada máxima fue el de 1970, en el que el monopolio de Torino sólo fue interrumpido por Jorge Cupeiro, quien en Pergamino logró la única victoria de un Chevrolet 400 en TC. En 1971 la marca de General Motors lograba dos triunfos con Néstor García Veiga, los únicos también del Chevy SS 4 puertas. Sin embargo, en 1972 se retiró IKA Renault y se alejaron las grandes figuras de Torino. Fue cuando Ford presentó el equipo oficial -que ganó siete campeonatos consecutivos- y se producía el retorno de Carlos Marincovich a Chevrolet. Pero no fue un regreso más, ya que así volvió el duelo Ford-Chevrolet, ausente desde el debut del Torino en 1967.

El 26 de marzo de 1972, en los 500 Kilómetros de El Challao-Cerro de la Gloria de Mendoza, Carlos Marincovich comenzó el año con un Chevrolet 400, con el que llegó cuarto detrás del trío de Falcon preparados por José Miguel Herceg.

En la siguiente, la Vuelta de Pergamino el 9 de abril se produjo un hito en la historia del TC: Carlos Marincovich debutaba con la primera cupé Chevy, auto presentado en 1971, que corrió en Turismo Carretera.

Escoltó a Nasif Estéfano (Falcon) en la segunda serie y llegó quinto en la carrera que ganó el tucumano. El 14 de mayo, en la Vuelta de 25 de Mayo, tanto la Chevy de Marincovich como los Falcon oficiales fueron desclasificados, pero el 11 de junio, en el Desafío de la Montaña, Marincovich demostró el potencial de la cupé al ganar la primera etapa, San Juan-Calingasta, imponiéndose por 25 segundos a Estéfano y su Falcon oficial, aunque en los 101,4 kilómetros del regreso abandonó por rotura del motor.

El 25 de junio en la Vuelta de Hughes, el desempeño de la Chevy fue demoledor, a pesar de abandonar por la rotura de la bomba de aceite.

La confirmación se produjo en la quinta presentación de la cupé roja, el 9 de julio en la Vuelta de Chacabuco que se corría en Pergamino, en el semipermanente de 9332 metros. Juan Manuel Bordeu (Dodge cupé), se impuso en la primera serie, Estéfano en la segunda y Marincovich en la tercera. Habiendo ganado las series más veloces, Estéfano y Marincovich largaron la final desde la primera fila, disputando veinte vueltas “palo y palo”, en las que Marincovich lideró asediado de cerca por Nasif, para ganar en 1h06m13s6/10 con 10s2/10 sobre el Falcon del “Califa Chico”

El propio Carlos Marincovich nos contó la historia: “En 1971 Omar Wilke y Jorge Pedersoli me llamaron para probar el Chevrolet 400 de Eduardo Pino. Vinieron a Arrecifes y lo probamos, pero me engañaron porque el auto estaba en venta e intentaron que lo comprara, y lo compré.

Hasta ahí yo corría con Torino, pero se lo di a mi primo Rody. Así empezó mi relación con Wilke y Pedersoli, que trabajaban en el área de control de calidad de General Motors.

 Cuando me decidí a correr con Chevy, le pedí a la fábrica que me los cediera, y me los prestó. Iban a trabajar a mi taller de San Martín todo el día y General Motors se hacía cargo de los sueldos.

El Chevy fue hecho por Juan Carlos Fernández, el Gallego Fernández, un chapista que construía autos de TC, con un casco que me entregó General Motors y elementos provistos por la Comisión de Concesionarios General Motors. El motor tenía el doble de potencia que la Chevy de calle, unos 230 a 250 HP a 7600 rpm y caminaba entre 250 y 260 km/h en plena recta”.

Luego, Carlos nos contó sobre aquel triunfo en el circuito de Pergamino: “Nasif y yo largamos la final en la primera fila y anduvimos prácticamente juntos casi toda la carrera. Lo tenía pegado y no me podía descuidar ni un instante, aunque pude alejarme y llegué con diez segundos de ventaja. Fue importante, pero las competencias que más aprecio fueron dos, en 1973. Primero, la San Juan-Calingasta-San Juan, la más exigente que corrí en mi vida en la que dos años seguidos gané la primera parte y abandoné en el regreso. 

La segunda carrera fue en Viedma, constituida por tres series con clasificación final por suma de tiempo. Gané la primera serie, pero en la segunda, Juan María Traverso y Osvaldo Bianchi me pasaron y me iban a ganar. En unas maniobras espectaculares los pasé en circunstancias de curvas y cruce de puentes, los maté en un tramo y gané. Ese día me dije: ‘Esta no la ganó el auto, sino yo. La gané de talentoso’”.

Desde aquella del 9 de julio de 1972, la cupé Chevy triunfó en 240 carreras de TC para convertirse en el modelo más exitoso de Chevrolet en TC. Después de Marincovich, también ganaron con Chevy grandes pilotos de la marca como Roberto Mouras, Francisco Espinosa, Emilio Satriano y Guillermo Ortelli.


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