Es la primera vez desde 2014, que cumplidos los primeros seis Grandes Premios, la punta del campeonato no es ocupada por un piloto de Mercedes. Salvo en 2016 cuando después de la sexta carrera el líder del torneo era Nico Rosberg, en todas las demás temporadas Lewis Hamilton fue quien ostentó la vanguardia del torneo. Es la primera vez, también, que desde 2017 el siete veces Campeón Mundial no ha logrado sumar en todas las primeras seis carreras.

Este año fue para Hamilton tan exitoso como los anteriores con tres victorias y un segundo puesto corridas las cuatro primeras, pero a partir de Mónaco, donde llegó séptimo, comenzó a desdibujarse, y en Azerbaiján finalizó 15° y anteúltimo. Ocupa el segundo lugar en el campeonato con 101 puntos, apenas cuatro menos que Max Verstappen, el líder. Aunque aun falta mucho, recién se ha disputado la cuarta parte del Campeonato, que con 23 Grandes Premios es el más extenso de la historia de la Fórmula 1. Pero sí desde 2014, tanto Hamilton como Mercedes se encuentran en una posición algo incómoda a la que no estaban acostumbrados.

En el callejero y “avenidero” -si se nos permite el término- circuito de Bakú abandonó el máximo rival de Hamilton y contendiente por el título, Verstappen. Esto ha promovido un podio con caras poco familiares.

Para Charles Leclerc la cita de Azerbaiján fue otra muestra del potencial de Ferrari, ya por segunda vez sucesiva fueron los más rápidos en las pruebas de clasificación, aunque pudieron recoger algunos frutos: puntearon la primera de las 51 vueltas y llegaron cuartos, sumando buenos puntos.

Lo sucedido en Bakú ha aventurado, después de las pruebas de clasificación, que el periodista Tony Dodgins de MotorSport se preguntara: “¿Ha sido la Fórmula 1 alguna vez mejor? Consideren esto: al final de la Q2 en el circuito de más de 100 segundos por vuelta, sólo tres centésimas de segundo separan a los cinco pilotos más rápidos, con cuatro marcas diferentes de autos. Extraordinario”. 

Aunque no podemos asegurarlo tan rotundamente, debemos reconocer que Dodgins estaba bien orientado ya que cumplida la Q3, los cinco primeros estaban separados por 358 milésimas; ellos fueron Leclerc (Ferrari), Hamilton (Mercedes), Verstappen (Red Bull-Honda), Pierre Gasly (AlphaTauri-Honda) y Carlos Sainz (Ferrari). Asimismo, entre la Ferrari del polesitter Leclerc y el AlphaTauri del octavo, Yuki Tsunoda, hubo sólo 993 milésimas, esto es en menos de un segundo. Noveno clasificó Fernando Alonso (Alpine-Renault), a 1s109, quien por primera vez en el año fue más veloz que su compañero Esteban Ocon. Con respecto a si esta es la mejor Fórmula 1 de todos los tiempos, sí podemos afirmar que es la mejor de la era de los motores V6 híbridos que comenzó a regir en 2014.

La carrera tuvo muchas alternativas, tanto que también fueron cinco los distintos líderes y con cuatro autos distintos. Leclerc (Ferrari) la primera; Hamilton (Mercedes), que punteó nueve, fue el segundo líder, de la 2ª a la 10ª; Verstappen (Red Bull-Honda), lideró 29: en la 11ª y entre la 18ª y la 45ª. El cuarto puntero, Pérez (Red Bull-Honda), punteó 8, las 12ª y 13ª y las 6 últimas, de la 46ª a la 51ª mientras que Vettel, que volvió a los primeros planos llevó al liderazgo a la marca Aston Martin por primera vez en la Fórmula 1, durante 4 vueltas, entre la 14ª y 17ª.

Red Bull con su buena potencia, levemente mejor que Mercedes, gran performance a bajas velocidades y un excelente desgaste de neumáticos fue la combinación ideal para Bakú. El equipo llevó dos variantes de alerón con nuevos perfiles con forma de cuchara, eligiéndose la de mayor carga descendente, que cuidaba mejor los neumáticos.

Mercedes siguió la tendencia de luchar por lograr la temperatura adecuada de los neumáticos en circuitos como el de Bakú, que combinan baja adherencia de una superficie callejera con curvas lentas. El equipo campeón comenzó el fin de semana con una carga descendente bastante alta, tratando de mejorar el rendimiento de los neumáticos, sin resultados. Buscaron reducir la carga de este alerón, hasta que Hamilton eligió poner la versión más delgada. Después de muchos cambios, el auto estuvo competitivo y Hamilton logró largar en primera fila, mientras que Valtteri Bottas, que optó por el alerón más grande en ningún momento estuvo en ritmo, clasificando 10° y terminando la carrera fuera de los puntos.

Hamilton fue el segundo puntero después de la primera vuelta, seguido de cerca por Verstappen y Pérez, dejando cuarta a la Ferrari que buscaba alejarse del AlphaTauri de Pierre Gasly. La ventaja de Hamilton en las rectas era suficiente para impedir los ataques de Verstappen, quien era ayudado por el DRS. Pero justo después de nueve vueltas sus neumáticos perdieron adherencia, y fue llamado a boxes para poner colocar los duros, con los que seguiría hasta el final.

Red Bull respondió llamando a Verstappen en la siguiente, y su ingreso fue 8/10 de segundo menor que el de Hamilton y su detención fue dos segundos más rápida. Esto permitió que Verstappen lo supere a Hamilton mientras que “Checo” fue llamado en la siguiente vuelta, con una entrada a boxes 5/10 de segundo más rápida que Verstappen, aunque perdió la ventaja al pasarse un poco de donde debía parar. Aunque perdió tiempo, igualmente fue suficiente para salir delante de Hamilton.

Lance Stroll (Aston Martin-Mercedes) estaba cuarto y aun debía detenerse para cambiar neumáticos, cuando en la 30ª vuelta el trasero izquierdo explotó a casi 320 km/h en la recta y chocó contra la pared, justo antes del ingreso a boxes. La calle de boxes fue cerrada y la carrera continuó detrás del auto de seguridad. Una vez restablecida la carrera, Red Bull funcionó como un verdadero equipo –y aun desde antes-, ya que anduvieron primero y segundo desde la 19ª a la 45ª vuelta. En tanto Sebastian Vettel (Aston Martin-Mercedes), que había largado 11°, aprovechó muy bien sus neumáticos nuevos y pasó a Leclerc y a Gasly para colocarse cuarto en la vuelta de reinicio.

En términos del campeonato, las últimas cinco vueltas neutralizaron a los dos máximos candidatos. Primero, 16 vueltas después del accidente de Stroll y cinco antes del final, el neumático trasero izquierdo de Verstappen se rompió de la misma manera, sin aviso, que el de Stroll, cuando tenían 34 vueltas de uso. Su accidente fue más allá de la recta principal, por lo que volvió el auto de seguridad, aunque después de un par de vueltas fue exhibida la bandera roja y la carrera, detenida. Todos entraron a boxes y hasta algunos pilotos bajaron de los autos.

Aunque quedaban dos vueltas para el recorrido pactado, estaba cumplida la distancia como para dar por terminada la carrera, pero no. Michael Masi, el director de la prueba tomó la decisión de que se corrieran las dos vueltas pendientes. «Hace muchos años, cuando una carrera tenía bandera roja después de una determinada distancia, se retrocedía dos vueltas y así terminaba. Obviamente, con el elemento de suspensión de la carrera, sí hay una opción de no reiniciar. Pero dentro del marco de tiempo y del formato del reglamento, podemos reiniciar. No había ninguna razón para no hacerlo», explicó Masi.

Para las vueltas finales fue permitido el cambio de neumáticos y todos eligieron poner los blandos. Largada la prueba, Hamilton partió mejor que Pérez, quien se abalanzó peligrosamente sobre el Mercedes. Hamilton reaccionó yendo hacia la izquierda, pero involuntariamente tocó erróneamente uno de los botones del volante de dirección, el que controla el “freno mágico”, un dispositivo para inclinar las ruedas y lograr la temperatura adecuada de los neumáticos. El Campeón Mundial frenó, se le bloquearon las ruedas delanteras y siguió de largo por la vía de escape, mientras todos lo pasaban excepto Nicholas Latifi (Williams-Mercedes). El Campeón Mundial llegó en una posición extraña para él: 15° a 17s66 de Sergio Pérez, quien ganó el mini Grand Prix de dos vueltas, y la carrera. Vettel, que volvió a los primeros planos, lo escoltó a 1s385 y Gasly, después de pelear ferozmente con Leclerc, llegó tercero. Para Vettel fue un festejado regreso al podio y el primer resultado relevante de Aston Martin, marca que corrió en 1959 con Roy Salvadori y Carroll Shelby, sin haber sumado puntos.

Sin que Vettel lo supiera, el Red Bull de Pérez había sufrido problemas hidráulicos sobre el final y hasta cerca de cortar el suministro. Sin embargo, aguantó para permitir que el Red Bull cruzara la llegada y se detuvo inmediatamente, permitiendo el segundo triunfo del mexicano en Fórmula 1.

Vettel y Gasly completaron un podio desacostumbrado y feliz. Leclerc llegó cuarto; Norris (McLaren-Mercedes), quinto y Fernando Alonso (Alpine-Renault), sexto. Yuki Tsunoda (AlphaTauri-Honda) arribó séptimo, siendo el primer nipón en sumar puntos en mucho tiempo. Carlos Sainz (Ferrari), Daniel Ricciardo (McLaren-Mercedes) y Kimi Räikkonen (Alfa Romeo-Ferrari), completaron los diez que suman puntos. Los dos Red Bull de Verstappen y Pérez, respectivamente, fueron los autores de las dos vueltas de carrera más rápidas.

La punta del campeonato quedó tal como antes del Gran Premio de Azerbaiján: Verstappen líder con 105 puntos, seguido por Hamilton con 101. Con su triunfo, “Checo” Pérez está tercero con 69 y lo siguen Norris, 66 y Leclerc, quinto, con 52. En Constructores, Red Bull-Honda lidera con 174 puntos por delante de Mercedes, 148; tercero Ferrari, 94 y cuarto McLaren-Mercedes, 92.

Ross Brawn, ex diseñador de Fórmula 1 y delegado técnico de la Federación Internacional del Automóvil afirmó que “El intrigante final de la carrera de Azerbaiján fue una buena señal para la Fórmula 1”. El español Fernando Alonso se lo tomó con humor y declaró: “Habría que hacer más carreras de dos vueltas”.


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