Desde el comienzo del Campeonato Mundial, el 13 de mayo de 1950 en Silverstone, todos los Grandes Premios fueron ganados únicamente por autos italianos o alemanes. Esto hasta el 20 de julio de 1957 cuando Stirling Moss y Tony Brooks, compartiendo la conducción del Vanwall vencedor, lograron la primera victoria de un auto británico.
Durante 1957 la marca obtuvo otros dos triunfos y seis en la temporada siguiente, su año más exitoso. En honor de las seis victorias de 1958, el Vanwall Group, ha anunciado la construcción de seis nuevos ejemplares de su VM5 de Fórmula 1 que serán denominados Vanwall Formula One continuation cars. El Vanwall Group es el propietario de los derechos de la marca y como tal, el sucesor del legendario equipo de competición de Vandervell Products Ltd.
Cinco de los seis continuation cars serán puestos en venta mientras que el sexto formará parte del núcleo del Vanwall Historic Racing Team. Cada uno de los Vanwall será producido con el trabajo de restauradores expertos y dispondrá de su correspondiente historial de competición en Lincolnshire, Inglaterra. Los continuation cars serán impulsados por el motor Vanwall que será construido siguiendo rigurosamente los dibujos, planos y especificaciones originales de la década del ’50, de cuatro cilindros en línea, 2489 cm3 y 270 HP.
La construcción de esta auténtica serie limitada será -como no podía ser de otro modo- artesanal y su precio es de 1.650.000 de libras esterlinas más el impuesto al valor agregado. Traducido en dólares, podrá adquirirse por U$S 2.145.000 más IVA.
Hasta la llegada de Vanwall, Gran Bretaña estuvo representada con marcas como BRM y HWM con motores propios, y por ERA, Connaught y Cooper con motores Alta, Lea Francis y Bristol. Con la compañía fundada por Tony Vandervell, un industrial apasionado por el automovilismo que se dedicaba a la fabricación de cojinetes, los prestigios del British Racing Green, el célebre color verde de competición británico adquirió una sorprendente y largamente esperada trascendencia.
Hace 62 años atrás, el sueño de Tony Vandervell de vencer a Ferrari al máximo nivel se hizo realidad. Fue el 19 de octubre de 1958 en Casablanca, en el único Gran Premio de Marruecos realizado. Con este resultaron conquistaron el primer Campeonato Mundial de Constructores para convertirse en el mejor equipo de competición del mundo en ese momento.
Sin embargo, no fue una coronación feliz. Durante la vuelta 41ª al Vanwall de Stuart Lewis-Evans se le rompió el motor, se despistó y prendió fuego, y aunque el piloto pudo salir del auto, murió por las quemaduras recibidas. Con esta tragedia comenzó la declinación de Vanwall, que sólo corrió dos Grandes Premios más, en Gran Bretaña en 1959 y en Francia en 1960, que resultó su despedida.
Las seis victorias de 1958 que serán evocadas en los continuation cars, son las siguientes: Stirling Moss, el 26 de mayo en Zandvoort, Holanda; Tony Brooks, el 15 de junio en Spa, Bélgica; Tony Brooks, el 3 de agosto en Nürburgring, Alemania; Stirling Moss, el 24 de agosto en Oporto, Portugal; Tony Brooks, el 7 de septiembre en Monza, Italia y por último Stirling Moss, el 19 de octubre en Casablanca, Marruecos.
En el momento de su mayor esplendor, Vanwall fue reconocido por su ingeniería innovadora, con diseño aerodinámico de Mike Costin, quien trabajó junto a Colin Chapman, el diseñador del chasis. Ellos introdujeron los frenos a disco en lugar de frenos de tambor en Fórmula 1, dándoles una pequeña pero importante ventaja competitiva sobre las Ferrari.
“El nombre Vanwall es demasiado importante para confinarlo al pasado. Son muchos los que no conocen la historia de Vanwall, pero es un relato de innovación y logros, y muestra qué sucede cuando el equipo correcto se une y se esfuerza para alcanzar una meta claramente definida. En este aniversario, pensamos que es el momento oportuno para celebrar nuestra gran historia británica de éxito. Recrear fielmente el icónico auto ganador del campeonato de 1958 con seis continuation cars 100% auténticos y precisos es un apropiado tributo a su suceso histórico. El adn que ha hecho tan exitosos a los Vanwall sirve también como una inspiradora fundación para el futuro de la marca, que espero compartir a su debido tiempo”, apuntó Iain Sanderson, el director general del Vanwall Group.
Por su parte, Andrew Garner, presidente del Vanwall Group y quien ha sido el presidente del Asociación Histórica de Autos de Grand Prix, expresó: “Todavía recuerdo estar viendo a los Vanwall en Aintree en 1957, cuando yo era un muchacho y hasta tuve el placer de sentarme en uno en Goodwood. En la mayoría de los circuitos he manejado un Cooper T51 durante muchos maravillosos años, pero el Vanwall es el auto que deseo. Estos Vanwall serán plenamente idóneos y conducidos por las manos correctas serán imbatibles, ¡seguramente repetirán la misión de Tony Vandervell de vencer a los autos rojos!”.
Entre su debut en el Gran Premio Británico de 1954 en Silverstone y el último en Reims, Francia en 1960, Vanwall participó en 28 Grandes Premios, de los cuales ganó nueve, registraron siete pole positions y otras seis hicieron el récord de vuelta.
No podemos dejar de apuntar que en una ocasión Tony Vanderbell invitó a un argentino a conducir uno de sus Vanwall. El convocado fue nada menos que el gran José Froilán González en el Gran Premio Británico de 1956. Aunque Pepe no pudo hacer mucho, ya que se le cortó un semieje en la grilla de partida y no pudo dar siquiera una vuelta en carrera.
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