Karl Jochen Rindt nació en Mainz (Maguncia), en Alemania, el 18 de abril de 1942, siendo un alemán que corrió representando Austria. Desde su debut en 1963 en Fórmula Junior tuvo una campaña en ascenso para llegar, según la fundamentada opinión de Jackie Stewart –Campeón Mundial en 1969, su rival y amigo-, de Carlos Reutemann –con quien compitió en Fórmula 2 al principio de su campaña europea- y de Bernie Ecclestone –quien era su manager- a alcanzar la consideración general de ser el mejor de todos los pilotos de la máxima categoría del automovilismo mundial.
Siempre del brazo de la elegante y bella modelo Nina Lincoln, constituyeron una de las parejas más notorias de la Fórmula 1. Juntos tuvieron una hija, Natasha.
El 18 de marzo de 1964 obtuvo su primera victoria en Fórmula 2 en el London Trophy de Crystal Palace. Hasta el 24 de mayo de 1970 en Zolder, Bélgica, primero con un Brabham del Roy Winkelmann Racing y en 1969 y 1970 con Lotus, Rindt ganó 26 carreras de F2. Con nueve triunfos, 1967 fue su temporada más exitosa pero como piloto graduado no sumaba puntos por el campeonato. Esta condición la ganaban los pilotos que hayan llegado al menos dos veces entre los seis primeros en Fórmula 1 durante los dos años anteriores.
Aunque no tanto por su cantidad de triunfossino por la forma en que llevaba al auto, lo llamaban el “Rey de la Fórmula 2”. Para demostrarlo, tenemos tres ejemplos: fue el triunfador en años sucesivos del Eifelrennen de Nürburgring –Circuito Sur-, el 24 de abril de 1966 bajo la lluvia y el 23 de abril de 1967 en una condición aún más difícil, con nieve.
La tercera es una anécdota. Sucedió en Rouen-Les-Essarts, el trazado semipermanente de Francia donde Juan Manuel Fangio ganó el Gran Premio de Francia de 1957 rumbo a su quinto título. La Fórmula 2 corría una prueba del Campeonato Europeo, y en una charla entre los pilotos en 1967 se discutía si se podía pasar a fondo la Ese de tres curvas rápidas que llegaba después la recta de boxes. Todos decían que levantaban el pie derecho un poco, excepto Rindt que afirmó que pasaba a fondo, y que lo podía demostrar. Mientras salían a pista con el Brabham BT23, todos se fueron allí para ver la gran piña. Después de salir de boxes, en la segunda pasada no levantó el pie ni un ápice, recorrió las tres curvas y siguió hacia la horquilla du Nouveau Monde. Ese fin de semana del 9 de julio de 1967 Rindt hizo la pole position, el récord de vuelta y ganó por más de un minuto -1m24s- sobre Bruce McLaren (McLaren M4A-Cosworth).
Rindt también sobresalió en Sport. Compartiendo un Porsche 904 del equipo oficial con Joakim Bonnier llegaron terceros en los 1000 Kilómetros de Nürburgring. Poco después llegó el ofrecimiento del equipo NART para conducir una Ferrari 250 LM con Masten Gregory, logrando una magnífica victoria en su segunda presentación en Le Mans, la que sería la última de Ferrari en las 24 Horas.
Su campaña en Fórmula 1 comenzó en su país en 1964 con un Brabham BRM del equipo de Rob Walker. En 1965 fue contratado por Cooper para conducir un T77-Climax. Con este equipo fue la revelación en 1966, llevando al pesado Cooper-Maserati, un auto difícil de manejar, por trayectorias poco imaginables. Con dos segundos puestos en Spa y Watkins Glen, y otros resultados en los puntos logró la tercera posición del campeonato. En 1967 continuó en Cooper para pasar a Brabham en 1968. Aunque el Repco V8, el motor que impulsó a Brabham en los autos campeones en 1966 y 1967, había perdido efectividad.
En 1969 fue contratado por Lotus, y el 49B equipado con el Cosworth V8 fue la máquina que llevó en Watkins Glen, Estados Unidos, a lograr su primera victoria en el Campeonato Mundial. Antes, en el Gran Premio de España en Montjuich, había sufrido un gran accidente cuando al Lotus se le rompió el alerón, y aunque fue hospitalizado sufrió heridas principalmente en el rostro. Su relación con Colin Chapman fue tempestuosa; deseando regresar a Brabham que volvió a ser competitivo en 1969, una propuesta de dinero elevada, la posición de piloto Nº 1 y un auto novedoso lo hizo quedarse el Team Lotus.
El nuevo auto era el Lotus 72 diseñado por Maurice Philippe y resultó un diseño revolucionario. Con forma de cuña, frenos delanteros internos, radiadores laterales y alerón trasero en tres planos, era espectacular. Debutó en el segundo Gran Premio, España, pero volvieron al 49C por dos carreras, la primera en Mónaco, donde Rindt presionó al puntero Jack Brabham hasta llevarlo a hacer un trompo en la última vuelta y obtener su primera victoria del año.
Después de abandonar con el Lotus 49C en Spa, Bélgica, se sucedió una serie de cuatro triunfos sucesivos en Zandvoort, Holanda; Clermont-Ferrand, Francia; Brands Hatch, Gran Bretaña y Hockenheim. Esta última, en Alemania, está considerada su victoria más reconocida porque con el Lotus 72-Cosworth V8 sostuvo un espectacular duelo con las más potentes Ferrari 312B de 12 cilindros opuestos. En la espectacular carrera de 50 vueltas hubo catorce cambios en la punta y Rindt le ganó a Jacky Ickx por siete décimas de segundo. Después en Zeltweg, en su país, abandonó por motor y el sábado 5 de septiembre llegó el fatal accidente de Monza.
Por sugerencia de Chapman, para aprovechar el veloz circuito que entonces no tenía chicanas, al Lotus 72 le sacaron los spoilers y el alerón trasero. Ya en la pista a velocidad, al llegar al frenaje de la curva Parabólica, se le rompió un semieje de los frenos delanteros, el Lotus comenzó a zigzaguear y se fue contra el guard-rail externo en el mismo sector del accidente fatal de Wolfgang von Trips en 1961. Rindt fue declarado muerto al llegar al hospital de Milán.
El belga Jacky Ickx, su rival en el duelo de Hockenheim, fue paradójicamente quien en los últimos tres Grandes Premios de 1970 sumó más puntos. Sin embargo, no pudo alcanzarlo y en Watkins Glen, el nuevo piloto de Colin Chapman, Emerson Fittipaldi, llevó al Lotus 72 a una sorpresiva victoria asegurando el título de Jochen Rindt, quien quedó consagro Campeón Mundial póstumo a los 28 años. En un resumen estadístico, Jochen Rindt corrió 60 Grandes Premios de Fórmula 1, ganó seis, registró diez pole positions, tres veces hizo el récord de vuelta y sumó 109 puntos.
Rindt visitó dos veces la Argentina corriendo en nuestro país cinco carreras. Primero vino para la Temporada Internacional de Fórmula 2 de 1968, en la que condujo el Brabham BT23C-Cosworth de Roy Winkelmann. En la primera carrera, el 1/12 en Buenos Aires, abandonó por rotura de alerón; en Alta Gracia llegó segundo detrás de Andrea de Adamich (Ferrari 166-Dino). El 15/12 en “El Zonda” de San Juan llegó tercero detrás de Adamich y de Jean-Pierre Beltoise (Matra MS7-Cosworth) y finalmente segundo el 22/12 en Buenos Aires, detrás de Piers Courage (Brabham BT23C-Cosworth).
En enero de 1970 volvió por última vez para correr los 1000 Kilómetros de Buenos Aires de la Temporada Internacional de Sport Prototipo, cuando compartió el Porsche 908/2 del español Alex Soler Roig, llegando nuevamente segundo, detrás del Matra MS650 de Beltoise y Henri Pescarolo.
La relación de Rindt con Argentina atesora una anécdota muy especial, del 12 de abril de 1970, el día del debut de Carlos Reutemann en Hockenheim. El santafesino, que peleó la punta con Rindt, siguió de largo en un frenaje y sacó de la pista al Lotus de Rindt. Lo más curioso fue que era el día del cumpleaños de Reutemann, quien nació en el mismo año que Rindt, tan sólo seis días antes.
2 comentarios
Beppe Viola · octubre 27, 2020 a las 12:50 pm
El accidente de Rindt en la frenada de la Parabolica de Monza tiene dos detalles significativos:
la rotura del semieje del freno delantero izquierdo (los Lotus 72 tenian los discos onboard, an vez de los tradicionales discos montados en las ruedas) hace que el auto haga un descarte brutal hacia la izquierda, donde el auto se encaja en una especie de tunel excabado por los «tifosi» para entrar en la pista, con lo cual hace de perno y golpea un poste de soporte de la red metalica.
Por desgracia, Rindt no usaba cinturones de seguridad a seis puntos ; solo a cuatro, con lo cual el cuerpo, al momento del impacto y sucesivas vueltas en si mismo, hace «submarining» donde la hebilla le golpea la traquea, rompiendola. A pesar de las fuertes heridas en los pies, el pobre Rindt ya estaba muerto al momento de cargarlo en la camilla. fue llevado al hospital San Gerardo de Monza, donde, en el 1978 falleceria tambien Ronnie Peterson.
Mike · octubre 22, 2020 a las 6:46 pm
Qué piloto!!! Este sí aceleraba «con los dos pies»!!
Mi recuerdo de un compañero de la primaria «Cachito» Rodríguez, era fana de Rindt y yo de Jackie Stewart y estábamos pendientes de cada duelo entre ellos y lo triste que nos pusimos con aquella carrera de Monza.