El último argentino que brilló al máximo nivel del automovilismo mundial, con doce victorias por el Campeonato Mundial, Carlos Alberto Reutemann, nos dejó el 7 de julio. Esto sucedió el día anterior al comienzo del célebre Festival de la Velocidad de Goodwood, que tuvo lugar entre el jueves 8 y el domingo 11 de julio. La ocasión fue propicia para realizar un merecido y afectuoso homenaje en su memoria.
Nuestro amigo Gabriel de Meurville, participo del homenaje y aporto el cartel con la leyenda «Por siempre Lole», que fue muy fotografiado.
El ingeniero sudafricano Gordon Murray, diseñador de varios de los Brabham que Reutemann condujo en su primer equipo de Fórmula 1, había anunciado que pensaba asistir al Festival con el Brabham BT44B, sabiendo que Reutemann estaba internado en estado delicado. La desaparición de quien fuera el piloto del auto hizo que la presencia del Brabham N° 7 adquiriera una dimensión especial.
El propio Lord March, el propietario de Goodwood, invitó a Gordon Murray a formar parte del jurado del concurso de elegancia Cartier ‘Style et Luxe celebrado el último día del Festival. Murray asistió con dos autos de su diseño que forman parte de su propia colección. El primero de ellos es un IGM 750 de 1972, uno de los primeros monoplazas de su creación. Tiene un monocasco con una superficie frontal y una posición de manejo extremadamente bajas, cuyo chasis es el T.4 001. Un auto innovador con un motor de 750 cm3.
El segundo era el Brabham BT44B de Fórmula 1, luciendo los mismos colores que en 1975, y siendo el primer ejemplar del modelo construido por Motor Racing Developments equipado con el Ford Cosworth DFV de 465 HP.
«El Goodwood Festival of Speed es el evento definitivo para cualquier entusiasta del automovilismo. Es por ello que me encantó la idea de llevar dos de mis autos de carrera favoritos para enfrentarlos a la trepada. Ambos demuestran las ventajas de la innovación en su bajo peso y en la incorporación de principios que me permitieron tener una carrera exitosa en la competición», expresó el sudafricano.
El Brabham visto en Goodwood fue el que debutó como BT44/1 el 13 de enero de 1974 conducido por Reutemann, y que lideró en los Grandes Premios de Argentina y Brasil, y con el que finalmente ganó su primer Grand Prix en Sudáfrica. Con este auto Reutemann también ganó en Austria y Estados Unidos en 1974.
Entre las temporadas 1974 y 1975, los BT44 fueron revisados y levemente modificados, pasando a llamarse BT44B en 1975, con la visible incorporación de las franjas azules y celestes del Martini Racing. Conduciendo el BT44B/1, en 1975 Reutemann punteó –como lo había hecho en 1974- en Buenos Aires, Interlagos y Anderstorp para finalmente ganar en Nürburgring el Gran Premio de Alemania, su única victoria de 1975.
Este auto fue uno de los que formó parte del recordado equipo Brabham en el que Bernie Ecclestone manifestó su preferencia por los pilotos sudamericanos, una presencia importante en la década del ’70. El otro piloto, José Carlos Pace, era brasileño y, como Reutemann, obtuvo una única victoria en 1975, logrando ganar en Interlagos, en el Gran Premio de su país.
Durante el reciente Goodwood Festival of Speed, dos conocidos compatriotas radicados en Gran Bretaña se acercaron a la carpa donde el Brabham estaba en exhibición. Uno era el ingeniero Sergio Rinland, quien trabajó en varios equipos de Fórmula 1 y, actualmente radicado en Gran Bretaña, trabaja como consultor. El otro fue Gabriel de Meurville, habitué de las reuniones de autos clásicos en Goodwood.
Tres presencias trascendentes del emotivo homenaje fueron dos grandes campeones que compartieron con Reutemann la escena de Fórmula 1, el escocés Jackie Stewart y el brasileño Emerson Fittipaldi. A ellos se les sumó Gordon Murray, quienes mostraron un cartel con los colores argentinos y la leyenda “Por siempre Lole”. Los tres, vistiendo buzo antiflama, participaron de la célebre trepada realizada el último día del Festival. Particularmente Stewart giró con un Tyrrell 001, el auto con el que corrió a fines de 1970 y a principios de 1971. Los acompañó el británico Herbie Blash, histórico mecánico de Brabham durante los años de Reutemann en el equipo.
El diseñador y propietario del auto le agregó una dedicatoria especial al Brabham BT44B, firmando el plano vertical de la carrocería a la altura del número 7 con la inscripción “For Carlos” (“Para Carlos”), quien a su vez expresó: “Carlos fue uno de mis pilotos favoritos en mis años en Brabham. Lole era una persona muy amable, un verdadero apasionado de las carreras y un auténtico miembro de la familia Brabham. Durante los cuatro años que trabajamos juntos desarrollamos una relación muy especial. En el día indicado, era un piloto imbatible, especialmente sobre los circuitos más veloces. Carlos amaba los BT44; su primera victoria en Fórmula 1 fue con uno de estos autos, en el Grand Prix de Sudáfrica de 1974, que a su vez también fue mi primer triunfo en la categoría. El deporte motor perdió a un gran piloto y a un verdadero caballero”.
Para conducir en Goodwood el Brabham que ha quedado inmortalizado en pleno vuelo en el famoso Flugplatz de Nürburgring rumbo a su victoria del 3 de agosto de 1975, fue designado el escocés Marino Franchitti, hermano menor de Dario Franchitti. El motor Ford Cosworth V8 sonó pleno con su hermoso sonido el domingo 11 de julio, resultando una de las máximas atracciones del tramo especial del bosque de West Sussex. Los 1860 metros de recorrido con nueve curvas de la Trepada de Goodwood no son recorridos como una mera exhibición, sino que los autos viajan a considerable velocidad.
Otro ex piloto notable que participó del tributo a Carlos Reutemann fue Emerson Fittipaldi, quien declaró: “Perdimos a nuestro querido Lole. Todos los brasileños siempre sentimos un profundo respeto y admiración por Carlos. Que Dios lo bendiga”.
Finalmente, el mucho más joven Marino Franchitti, señaló: “Que descanses en paz, Carlos. Fue un honor celebrar tu vida junto al Brabham BT44B de Gordon Murray en Goodwood”.
Fotos de: Gabriel de Meurville.
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