El Gran Premio de la República Argentina de 1981 cerró toda una época, la de la segunda presencia de la Fórmula 1 en Argentina. Aquellos años a diferencia de los años dorados de la década del cincuenta, en la que tuvimos muchos pilotos en el pináculo del automovilismo mundial, esta segunda época a la que nos referimos tuvo un único representante en el máximo plano competitivo.

Por aquellos años, detrás del mostrador de “La Deportiva” del Automóvil Club Argentino, la oficina de la Comisión Deportiva Automovilística, había un gran cuadro, un afiche prolijamente enmarcado con diez pilotos notables. “The ten best drivers of the World”, decía a modo de título. Entre ellos estaban las fotos de Jackie Stewart, Emerson Fittipaldi, Niki Lauda, Ronnie Peterson, Clay Regazzoni, Mario Andretti y algún otro. Entre esos diez mejores había un solo argentino, quien se mantuvo en ese reducido grupo de elegidos durante una década: Carlos Alberto Reutemann.  

Desde su debut en Turismo Mejorado con el Fiat 1500 de Fiat  Grossi, el 30 de mayo en la I Vuelta de La Cumbre de 1965 y su primera victoria muy poco después, el 11 de julio en el Circuito “Onofre Marimón”, también en Córdoba, hasta las demostraciones al volante de una Ferrari 412 T1B en el fin de semana del tercer y último regreso de la Fórmula 1, el 9 de abril de 1995 en el Autódromo de Buenos Aires, Carlos Reutemann ha sido un piloto estudioso, dedicado y talentoso.   

En el selecto grupo de 110 pilotos que ganaron -al menos- un Grand Prix en la máxima categoría mundial, tres son argentinos. Carlos Alberto Reutemann con sus dos últimas victorias de 1981 es el último de ellos. Su extraordinaria campaña en el automovilismo local incluyó Turismo Mejorado, Turismo Anexo “J”, Mecánica Argentina Fórmula 1 –con un De Tomaso de Fórmula 2-, Turismo Carretera, Mecánica Argentina Fórmula 2 y Sport Prototipo. En su trayectoria ganó cuatro títulos de Campeón Argentino: el de Turismo Mejorado con el Fiat 1500 C de Grossi en 1966, el de Turismo Anexo “J” con el 1500 berlina de Fiat Grossi, primero, y con el 1500 y 1500 Coupé en 1967 y 1968. En 1967, justamente,  fue el primer ganador de la Scuderia Concesionarios y, como piloto oficial, el primer piloto que llevó al triunfo al Fiat 1500 Coupé.

En las tres máximas categorías argentinas de su época logró desempeños dignos de mencionar. En su primera carrera en monoplazas, las 500 Millas Argentinas de 1966, llegó sexto con el De Tomaso-Fiat 1500, ganando una hipotética clase de Fórmula 2 y superando a nueve máquinas de mayor cilindrada. 

En su debut en Turismo Carretera al volante del Falcon Angostado-F100 hizo vibrar a las tribunas del Autódromo de Buenos Aires, siendo el piloto que la hinchada del óvalo estaba esperando después de Oscar Cabalén. Es que desde que se subió al Falcon de fábrica, Reutemann sobresalió con su manejo pulido y veloz, recibiendo la bienvenida nada menos que de Oscar Alfredo Gálvez. La carrera –como todas las de TC de 1968 corridas en el Autódromo- tuvo como escenario el Circuito Nº 12. En las pruebas de clasificación marcó 1m48s siendo el primero al volante de un Falcon en bajar el 1m50s.

Aquel 28 de julio de 1968, en la primera serie peleó la punta a la par de consagrados como Carlos Pairetti, Eduardo Copello, Gastón Perkins, Juan Manuel Bordeu y Carlos Marincovich. Aunque se retrasó y llegó 13º con cuatro vueltas menos, en la segunda serie tomó la punta para delirio de la hinchada de Ford y la ganó con siete segundos de ventaja sobre Bordeu, ganador de la clasificación por suma de tiempos. El 25 de mayo de 1969, en reunión del Vicente López Automóvil Club en el Autódromo Municipal –esta vez en el Circuito Nº 7-, Reutemann peleó la segunda serie con Carlos Pairetti (Liebre III-Chevrolet o Nova Naranja). En la carrera final, sobre 30 vueltas, llegó segundo detrás de Pairetti, su mejor resultado de su breve pero trascendente paso por el Turismo Carretera.

Ese mismo año, Reutemann fue uno de los seleccionados para competir en la Temporada Internacional de Fórmula 2, categoría en la que comenzaría su extraordinaria campaña internacional dos años más tarde. En las tres primeras carreras condujo un Tecno 68-Cosworth de Ron Harris, abandonando en todas. Para la última, pasaría a correr uno de los Brabham BT23C-Cosworth de Frank Williams, quien sería el director de su último equipo de Fórmula 1 doce años más tarde.

En la surgida en 1969 como la mejor categoría argentina, Sport Prototipo, tuvo una presencia más fugaz aun que en Turismo Carretera pero siempre como protagonista principal. Siendo piloto oficial Ford, corrió de la cuarta a la séptima carrera con uno de los autos más renombrados del momento, un Huayra del equipo de Heriberto Pronello, también equipado con el motor F100 V8. Siempre en el grupo de punta, punteó el 13 de julio en el “Oscar Cabalén” de Alta Gracia y fue el ganador de la segunda de las tres series.

En su cuarta y última carrera en el SP nacional, reunión del Avellaneda Automóvil Club en el Autódromo de Buenos Aires el 27 de julio, en el Circuito Nº 9, fue el más veloz de las pruebas de clasificación, estableciendo en carrera una diferencia inalcanzable para su rivales hasta que el motor F100 se rompió en el Mixto, en la primera de dos series. En las diez vueltas que dio ejerció un ritmo tan elevado que marcó el récord de vuelta, bajando su tiempo de clasificación.

La siguiente, el 17 de agosto, también en Buenos Aires, fue la primera en la que el santafesino se había alejado del equipo de Pronello. Sin embargo, ese día que había SP, Reutemann corrió en la Clase “C” del Turismo Anexo “J”, ganando con la Fiat 1500 Coupé el emotivo duelo que sostuvo con Francisco Mayorga (Peugeot 404) y que fue el mejor espectáculo de la jornada.

En ese mismo año Reutemann logró su cuarto título en el automovilismo argentino. Constituida en 1969 -al igual que Sport Prototipo- como nueva categoría, Reutemann fue el primer campeón de Mecánica Argentina Fórmula 2 con el BWA-Fiat 1500 del equipo del Automóvil Club Argentino. Su propulsor, el pequeño pero enérgico Héctor Silverio Staffa, estaba trabajando desde mucho tiempo antes para formar un equipo que proyectara un piloto argentino a la Fórmula 1. En Reutemann lo encontró y fue designado para ser el piloto de uno de los Brabham del equipo del ACA en el Campeonato Europeo de Fórmula 2 en 1970 y 1971.

Seleccionado nuevamente entre los argentinos para la Temporada Internacional de Sport Prototipo de 1970, llegó 11º en los 1000 Kilómetros de Buenos Aires compartiendo un Lola T70 MkIII-Chevrolet con Jackie Oliver. En la segunda carrera, las 200 Millas, condujo un Porsche 908/2 con el español Jorge de Bragation, siendo 10º en su serie y sextos en la suma de tiempos.

Su fructífera campaña internacional comenzó el 12 de abril de 1970, el día que cumplió 28 años, con una actuación prometedora en el Jim Clark Memorial en Hockenheim, cuando con el Brabham BT30 en el debut del equipo del ACA llegó a puntear y tuvo el famoso toque con Jochen Rindt, que era el rey de la Fórmula 2. Muy pronto volvió a demostrar que estaba para grandes cosas, cuando en Crystal Palace largó su serie en la primera fila, junto a Jackie Stewart y François Cevert. Con su tercer puesto el 2 de mayo de 1971 en el Gran Premio Eifel en Nürburgring con el Brabham BT30 del equipo del ACA logró subir por primera vez al podio en su campaña europea.

El 3 de octubre de 1971 en el IV Premio de Baden-Württemberg –sin puntaje- logra el mejor tiempo en clasificación, el récord de vuelta y su primer triunfo internacional. En ese año, con los Brabham BT30 y BT36 del ACA obtiene el subcampeonato europeo de Fórmula 2 y el 14 de noviembre en Tarumá, su segunda victoria en F2. A su vez, es el ganador de la Copa Dos Mundos, reservada para pilotos italianos y latinoamericanos. La de 1972, con un Brabham BT38 del Rondel Racing, fue su última temporada en Fórmula 2, en la que ocupó el cuarto puesto del torneo.

El 24 de enero de 1971 en el Gran Premio de la República Argentina sin puntaje, condujo por primera vez un auto de Fórmula 1, un McLaren M7C-Cosworth con el que llegó tercero. Para 1972 fue contratado como piloto de Motor Racing Developments, debutando el 24 de octubre en la Carrera de la Victoria de Brands Hatch con un Brabham BT33-Cosworth. Llegó noveno, la última vez que los Brabham lucieron en su color original, verde esmeralda.  

Reutemann fue uno de los primeros pilotos que tuvo Brabham con su nuevo propietario, Bernie Ecclestone. En el debut el 23 de enero de 1972 en el Gran Premio de Argentina en Buenos Aires –en el Circuito Nº 9- con el BT34-Cosworth hizo el mejor tiempo y largó en la primera fila junto a Jackie Stewart, aunque llegó séptimo después de tener que cambiar neumáticos. El 30 de marzo de 1972, con el BT34, ganó el Gran Premio de Brasil en Interlagos, primera edición sin puntaje y el 24 de septiembre en Mosport, Canadá, llegó cuarto con el Brabham BT37 logrando sus primeros puntos en el Campeonato Mundial.

Al año siguiente, con el Brabham BT42 -primer diseño de Gordon Murray-, en el Gran Premio de Francia en Paul Ricard arribó tercero, en el que fue su primer podio en el Campeonato Mundial de Fórmula 1. Con el Brabham BT44, también creado por Murray, punteó en Argentina, Brasil y en el Gran Premio Presidente Médici en Brasilia –sin puntaje- en 1974, hasta que el 30 de marzo en Kyalami, lideró 69 de las 78 vueltas y en Sudáfrica ganó su primer Gran Premio del Campeonato Mundial. En un año con muchos altibajos, logró vencer nuevamente en Austria y Estados Unidos, para finalizar sexto en el Campeonato.

Siempre con Brabham, en 1975 volvió a puntear en Buenos Aires en el Gran Premio de Argentina –desde 1974 en el Circuito Nº 15-, llegando tercero y logrando en Nürburgring, Alemania, su única victoria del año y luego el tercer puesto en el campeonato. Después de comenzar en 1976 su última temporada en Brabham con el BT45-Alfa Romeo, produjo su primer cambio de equipo, pasando a Ferrari, corriendo únicamente en Monza, Italia.

Comienza 1977 con un tercero puesto en Buenos Aires al que siguió el triunfo en Interlagos, Brasil, para liderar el Campeonato Mundial por primera vez. Con dos segundos puestos en España y Japón termina cuarto en el Campeonato. El de 1978 sería su última temporada en Ferrari, su año más victorioso con cuatro triunfos. El primero en la inauguración del Autódromo de Río de Janeiro con la 312T2, logrando la primera victoria de un neumático radial en Fórmula 1. Las siguientes fueron con la 312T3, en ambos Grandes Premios de Estados Unidos, Long Beach y Watkins Glen, y en el medio, el 16 de julio de 1978 en Brands Hatch, después de superar a Niki Lauda (Brabham BT46-Alfa Romeo) en la 60ª vuelta obtiene el triunfo en el Gran Premio Británico. Ocupa el tercer puesto en el Campeonato.

En 1979 pasa a Lotus, su tercer equipo. Sin embargo, la marca campeona perdió competitividad y con dos segundos puestos, Argentina y España -sus mejores resultados- se ubica sexto en el torneo.

Para 1980 vuelve a cambiar, pasa a Williams, el equipo que en 1979 había pasado a integrar el grupo de ganadores. El comienzo de la temporada fue frustrante, con un trompo y abandono por rotura de motor en Argentina, pero el 18 de mayo logró ganar nada menos que el Gran Premio de Mónaco, la que fue su única victoria del año. Sumando a este triunfo tres segundos puestos en Alemania, Canadá y Estados Unidos (Este), finalizó tercero en el campeonato y con los puntos que sumó junto a los de su compañero Alan Jones, le dieron a Williams su primer título de Constructores.

La de 1981 fue su última temporada completa. Comenzó con una nueva victoria en Kyalami, aunque en pleno conflicto entre la Federación Internacional del Deporte Motor y la Asociación de Constructores, la carrera no otorgó puntaje. Continuó con un segundo puesto en la apertura del campeonato en Long Beach y el 29 de marzo llegó su segundo triunfo en Jacarepaguá y cuarto en Brasil, el día del recordado cartel “JONES-REUT”. Sumado a ello su segundo puesto en Buenos Aires, el 12 de abril de 1981 en el día de su cumpleaños, pasó a comandar el Campeonato Mundial por segunda vez en su vida. A esto continuó un tercer puesto en Imola y la victoria el 17 de mayo en Zolder, Bélgica, que sería su último triunfo. Esta carrera fue la última de su notable serie de 16 carreras consecutivas entre los seis primeros puestos, un record que tuvo más de dos décadas de vigencia. Fue el líder del torneo hasta el Caesar’s Palace Grand Prix de Las Vegas, perdiendo el título por un punto. En 1982 continuó corriendo en Williams, pero después de los dos primeros Grandes premios de 1982, con un segundo puesto en Sudáfrica y el abandono en Río de Janeiro, decidió retirarse.

Asimismo, en Sport corrió los 1000 Kilómetros de Buenos Aires de 1971 con un Porsche 917 junto a Emerson Fittipaldi, abandonando. Complementó sus primeros años en Brabham corriendo también en Sport, en 1973 junto a Tim Schenken con Ferrari y en 1974, compartiendo un Alfa Romeo con Rolf Stommelen. Además de haber punteado en Le Mans, donde abandonar, logró cuatro segundos puestos, dos en 1973 y otros tantos en 1974.

Frank Williams, su último jefe de equipo, declaró sobre Reutemann: “En su día, cuando se sentía bien y las cosas estaban a su favor, Carlos podía explorar lo máximo posible, produciendo la máxima velocidad con el mínimo riesgo”.

En su libro “Racers, la historia interna del Williams Grand Prix Engineering”, el periodista y escritor Doug Nye escribió su opinión: “Era sumamente veloz y valiente e implacablemente rápido. Carlos Reutemann nunca careció de la habilidad para ser Campeón Mundial, quizá sólo del carácter… y los más curtidos pilotos de competición raramente son la gente más encantadora”.

En sus dos únicas intervenciones en el Rally Mundial, ambas en Argentina, ocupó el tercer puesto. En 1980, llamado Rally Codasur y corrido en Tucumán, condujo un Fiat 131 Abarth. La última fue en 1985, cuando la prueba ya se había mudado a Córdoba y se llamaba Rally de Argentina, lo hizo con un Peugeot 205 T16 Turbo. Aun hoy, 36 años después, Reutemann sigue siendo el piloto de Fórmula 1 que mejor resultado ha logrado en un Rally del Campeonato Mundial.

“Mean, moody and magnificent”, esto es “Sencillo, malhumorado y magnífico”, tituló la revista Motor Sport en la portada de la edición que le dedicó el artículo principal a Carlos Reutemann, quien con 146 Grandes Premios es el piloto argentino de mayor presencia en el Campeonato Mundial de Fórmula 1. En su campaña fue seis veces el más rápido en las pruebas de clasificación, largó 22 veces desde la primera fila, registró cuatro veces el récord de vuelta y ganó catorce Grandes Premios, doce con puntaje, ocupando la 25ª posición entre los 110 pilotos que ganaron Grandes Premios. Desde su retiro, en 1982, ningún otro piloto argentino no sólo logró ganar sino sumar, siquiera, un solo punto para el Campeonato Mundial.


3 comentarios

Rolando · junio 30, 2021 a las 1:30 am

«Cruel, temperamental y magnífico» es la traducción correcta de “Mean, moody and magnificent”. Lo de cruel no me parece ajustado al comportamiento de Reutemann.

    Willy Iacona · junio 30, 2021 a las 12:13 pm

    hola Rolando, sin dudas si la traduccion correcta es cruel, nada tiene que ver con el Lole. saludos

Anibal Fisicaro · abril 29, 2021 a las 12:51 pm

Alguien sabe por qué Reutemann no integró el equipo de pilotos de los Torino en las 84 hs de Nuburgring?

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