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Este recuerdo nos pareció oportuno para evocarlo, por lo que acompañamos una breve reseña de quien compitió en la década de mayor presencia argentina en la categoría máxima, los años cincuenta. Clemar Bucci formó parte de una de las dinastías más reconocidas del automovilismo argentino. Hijo de Domingo Bucci, piloto de Fuerza Libre y ganador de las 500 Millas Argentinas de Rafaela en 1920, Clemar nació en Zenón Pereyra, Santa Fe, el 3 de septiembre de 1920.
Sus primeros pasos en el automovilismo fueron en 1938 con un Midget de su propio diseño y construcción. Lo corrió durante dos años y con él logró varias victorias. Luego pasó a la Fuerza Limitada, con victorias en Pergamino, Salto, y dos veces en Capitán Sarmiento, Provincia de Buenos Aires.
En 1947 pasó competir en Fuerza Libre con un monoplaza con motor Cadillac 16 cilindros, ganando cinco carreras seguidas para consagrarse Campeón Argentino. Al año siguiente va a correr al Viejo Continente en las carreras de Grand Prix con una Maserati 4CL de la Scuderia Milano. En su debut, el 27 de julio de 1948 logra su mejor resultado, llegando tercero en el Grand Prix de San Remo detrás de las Maserati 4CLT de Alberto Ascari y Luigi Villoresi. Llega pero no se clasifica en el Gran Premio de Mónaco y finaliza séptimo – con varias vueltas menos- en el Grand Prix de Monza.
De nuevo en Argentina, logra un notable tercer puesto en la Copa Eva Perón de 1950 con un Alfa Romeo 12C. Regresó a Europa en 1954, corriendo tanto pruebas del Campeonato Mundial de Conductores como carreras sin puntos con un Gordini T16 del Equipe Gordini, teniendo de compañeros de equipo a Jean Behra y André Pilette. El 4 de julio debutó en el Gran Premio Británico en Silverstone, donde registró el 13º tiempo entre 28 pilotos, aunque en carrera abandonó en la 19ª vuelta cuando iba 22º. Su segunda carrera fue el 1º de agosto en el Gran Premio de Alemania en Nürburgring, donde largó 16º y abandonó tras cumplir 9 de las 22 vueltas al perder una rueda. En la siguiente, el Gran Premio de Suiza en Bremgarten, registró el 10º tiempo siendo el mejor piloto de Gordini, aunque en la carrera que ganó Juan Manuel Fangio, no llegó a dar ninguna de las 66 vueltas por rotura de la bomba de nafta. Su cuarta presentación fue el 5 de septiembre en el Gran Premio de Italia en Monza, donde fue 17º en las pruebas de clasificación mientras que sólo pudo dar trece de las ochenta vueltas, al romperse la transmisión. No se presentó en el Gran Premio de España, la última carrera del campeonato.
El 16 de enero de 1955, su última carrera del Campeonato Mundial, fue la única vez que corrió el Gran Premio de Argentina. En aquella competencia en el Autódromo de Buenos Aires formó parte del numeroso equipo oficial Maserati que alistó siete 250F. En las pruebas de clasificación marcó el 20º tiempo, mientras que en la carrera compartió el auto con Harry Schell y Carlos Menditeguy, llegando a ocupar el sexto puesto para abandonar después de 54 de las 96 vueltas. De esos 54 giros, Bucci condujo 30.
En su breve campaña en el Campeonato Mundial, Bucci corrió cinco Grandes Premios, siendo la décima posición su mejor lugar de largada, con tantos otros abandonos. En total dio 69 vueltas, recorriendo 467 kilómetros. Asimismo corrió doce carreras sin puntaje, entre ellas la del Circuito di Pescara, el 15 de agosto de 1954, donde marcó el tercer tiempo de clasificación y llegó sexto con 10 vueltas, 6 menos que Luigi Musso, el ganador.
No podemos dejar de mencionar que Clemar Bucci merece ser recordado por el récord que registró con el Cisitalia Type 360 Porsche, también llamado Autoar Especial. Logrado en la Autopista Ricchieri en 1948, alcanzando los 233 km/h, estableciendo un récord sudamericano de velocidad.
Clemar Bucci también tuvo una destacada actividad como diseñador y constructor. Por ejemplo, el auto sport con motor Alfa Romeo de 1953. Muchos años después volvió a asombrar al público al diseñar y construir un notable dream car, cuando este tipo de autos eran una rareza en Argentina. Se trataba del Dogo SS, un fuera de serie de neta inspiración en el Ital Design, con líneas angulosas y forma de cuña que recordaban al Alfa Romeo Carabo diseñado por Marcello Gandini para Bertone. El auto presentaba el espectacular recurso de sus puertas “alas de gaviota” con cuatro faros, dos por lado, rectangulares de Dodge Polara y motor Peugeot de cuatro cilindros en línea de 1600 cm3 y ubicación central. El chasis, de viga central única acajonada con cuadernas delantera y trasera era de chapa, mientras que la carrocería de fibra de vidrio estaba pintada de blanco en referencia a la raza de perro que le daba nombre. Llamaba la atención su baja altura, sólo 1040 milímetros de altura. Fue presentado en la Feria del Confort Humano de 1970, en La Rural de Palermo.
Pasaron unos cuantos años para que en 2001 Clemar Bucci volviera a despertar admiración junto a su hijo Clemar cuando se dedicaron a construir réplicas del Mercedes-Benz 300 SLR con el que corrieron Juan Manuel Fangio y Stirling Moss corrieron en el Campeonato Mundial de Sport en 1955. Fueron realizadas tres unidades, enteramente a mano, con chasis tubular y carrocería de aluminio.
Siempre inquieto y creativo, en 2007, a los 87 años de edad, diseñó y construyó al que calificó de super deportivo, un biplaza también color gris plata y abierto, de líneas angulosas al que llamaron Bucci Special. Su chasis era tubular, con varias piezas de fibra de carbono y las parrillas de suspensión y los frenos del Mercedes-Benz SL 600, del que también utilizaron su motor V12 de 650 HP. Bucci pudo terminar de armar el chasis antes de su muerte, a partir de cuando Pablo Bucci, su sobrino nieto, se hizo cargo del proyecto. Tal fue su admiración por esta creación, que Bucci lo describió con una frase de Da Vinci: “La belleza perfecta es una divina proporción”.
Más de cuatro décadas después, 43 años más tarde, el Dogo volvió a La Rural de Palermo para sorprender nuevamente, mayormente a un público que no lo había visto en 1970. Pero esta vez no estuvo solo, ya que en el stand de la Scuderia Bucci lo acompañaron el Mercedes-Benz 300 SLR réplica y el Bucci Special, que fueron presentados en el Salón del Automóvil de Buenos Aires de 2013.
Su último proyecto en el automovilismo deportivo fue un auto de sport prototipo armado en 1971 junto a su hermano Rholand Bucci en su fábrica de Munro. Se trataba de un auto abierto con un chasis Avante de duraluminio, evolución de los que ya habían diseñado Jorge Parodi y Ugo Garibotti. Su impulsor de ubicación trasera, era producto de un desarrollo especial. Fue construido a partir de un block de Ford F100 V8 llevado a 2972 cm3, con cuatro árboles de levas y cuatro válvulas por cilindro, que producía 400 HP a 10000 rpm. La cilindrada fue reducida a tres litros y no cuatro como permitía el SP nacional, porque fue realizado con el objetivo de correr en 1972 en la Temporada Internacional, esto eran los 1000 Kilómetros de Buenos Aires y la inauguración del Autódromo de Balcarce de 1972, y luego competir también en Sport Prototipo nacional. Lamentablemente, el auto nunca llegó a correr.
Invitado al Gran Premio de Mónaco de 2008, Clemar fue reconocido por Bernie Ecclestone, quien por entonces era el máximo dirigente de la Fórmula 1, haciéndole entrega de una distinción especial.
Clemar Bucci falleció en Buenos Aires el 12 de enero de 2011. El Museo Bucci de Zenón Pereyra, su ciudad natal, atesora una gran parte de su historia.

2 comentarios
Mike · mayo 7, 2021 a las 12:42 pm
Qué espíritu inquieto y creativo! Fue admirable que hasta sus últimos años siguiera con su pasión por los fierros y hasta fue actor participando en una de las películas de los recordados «Cinco grandes del buen humor» que se ambientó en aquellas carreras internacionales en el circuito de Palermo!
Willy Iacona · mayo 10, 2021 a las 3:03 pm
Si hace poco vi las imagenes, esta con el Alfa Romeo 12C 37. sldos