Algo bastante conocido para los fans de la marca y del auto en general, que además de sus prestigiosos modelos, Peugeot se ha destacado en la fabricación de bicicletas y herramientas de alta calidad.

Su fundador, Armand Peugeot, comenzó la producción en 1899 con un auto a vapor y dos años después se dispuso a fabricar autos de chasis tubular con motor Daimler trasero que alcanzó muy buenas ventas en su momento.

En 1896 Peugeot inició la producción de sus propios motores. En 1902 presentó su famoso Bebé de 758 cm3 y apenas dos años después, ofrecía autos en una amplia gama de motores, desde los 1700 cm3 a los 7.1 litros, mientras que en 1908 presentó su primer seis cilindros en línea de elevada cilindrada: 10.4 litros.

Por aquellos primeros años del siglo XX, Peugeot y la Fuerza Aérea de Francia se vincularon cuando la compañía Santos Dumont compró un motor de dos cilindros para equipar sus aviones.

Fue entonces que Fréderic Rossel, gran amigo y socio de Armand Peugeot, decidió establecerse por su cuenta creando motores para autos de alta gama y hasta para aviones monoplanos. Rossel llegó a ser director de Peugeot, aunque entre 1903 y 1926 produjo autos con su propio nombre, estableciendo su fábrica en Sochaux. El primero estuvo impulsado  con un motor de cuatro cilindros y 3958 cm3, fabricando motores para autos de alta gama e incluso para aviones monoplanos. En 1926 cesó la producción y las instalaciones de Sochaux fueron vendidas a Peugeot.

En sus comienzos, Peugeot le pidió a su amigo Rossel –ambos se habían graduado en la École Centrale de París- que lo ayudara en la construcción de motores. Siendo un excelente ingeniero, Rossel convenció a Peugeot de cambiar los primeros motores horizontales a verticales.

Por otra parte, la vinculación entre Peugeot y la Fuerza Aérea de Francia comenzó en 1905 con la compra por parte de la compañía Santos Dumont de un motor de dos cilindros para sus aeronaves. El motor fue colocado en la parte delantera de un dirigible probado ese mismo año en la playa de Deauville.

Ambas antecedentes confluyeron en la sociedad que Rossel y Peugeot fundaron en 1909 y que denominaron “Societé Anonyme des constructions aériennes Rossel-Peugeot”. La producción, no obstante, fue limitada ya que sólo alcanzó a tres aviones, entre ellos un monoplaza de 10,20 metros de envergadura, 9,30 metros de largo, 20 m2 de superficie de carga y 350 kilos de peso, incluyendo el motor Gnôme et Rhône de 50 CV.

La joven compañía también diseñó y construyó algunos motores radiales de siete cilindros y uno de cuatro en línea con válvulas a la cabeza refrigerado por agua, al que llamaron Aviatik.

Mientras tanto, en las fábricas de Issy-les-Moulineux, cerca de París,

eran estudiados nuevos motores Peugeot de aviación proyectados por Ernest Henry, el creador del motor L76 con el que Peugeot había logrado tres victorias en Indianápolis en 1913 –en la tercera edición de las “500”-, y luego en 1916 y 1919.

Trabajando para Peugeot, el ingeniero Henry diseñó con la misma arquitectura que el L76 el motor de avión L112: un V8 de 200 CV del que fueron producidas 1014 unidades para los bombarderos Voisin.

Las Fuerzas Armadas de Francia necesitaban equipamiento para sus requerimientos de la Primera Guerra Mundial y Peugeot participó con sus fábricas parisinas, construyendo bajo licencia motores Hispano-Suiza de 200 CV y 300 CV en 1916 y Bugatti en 1918. Entre ambos produjo 8060 ejemplares, ocupándose asimismo del mantenimiento y reparación.

Al final de la Guerra, Peugeot continuó la producción de motores de aviación con una partida adicional de 1500 unidades de 300 HP, y luego las fábricas pasaron a la producción de repuestos para vehículos discontinuados o a funcionar como talleres de reparaciones.

En 1921 las Fuerzas Armadas en 1921 le solicitaron a Peugeot participar en una licitación para construir un motor de alta cilindrada de 600 HP de potencia como mínimo. Denominado L38 Peugeot lo presentó en el Salón de la Aviación de 1922, se trataba de un motor X que producía la potencia mínima requerida.

A pesar de que no ganó la licitación, Peugeot siguió interesada en la aviación y en julio de 1934, con su Compagnie Lilliose des Moteurs (CLM), probó un diesel de dos tiempos con dos cilindros opuestos construido bajo licencia de la alemana Junkers. De este bicilíndrico sólo fueron fabricadas un par de unidades, probadas primero en forma estática en julio de 1935 y luego en vuelo a finales de ese año.

En ese mismo año 1935 fue realizado un importante pedido industrial al firmarse un contrato entre Hispano-Suiza y Peugeot para la construcción de motores aeronáuticos nafteros constituidos por 2700 componentes de alta precisión. La producción fue realizada en los talleres de Garenne y el motor fue presentado en julio de 1936. Sin embargo resultó otro emprendimiento de corto alcance, ya que después haber construido 56 motores, terminó la asociación de Peugeot con Hispano-Suiza.

Comenzada la Segunda Guerra Mundial, particularmente cuando Francia fue invadida por Alemania, las Fuerzas Armadas francesas le cursaron a Peugeot los que serían sus últimos pedidos: la construcción de motores Gnôme et Rhône Mars, y a partir de 1940, la fabricación de 250 trenes de aterrizaje y 125 fuselajes.

Lamentablemente, la Werhrmarcht –fuerzas armadas alemanas- ocupó las fábricas de Peugeot en Sochaux y las mencionadas órdenes de fabricación militares no pudieron ser cumplidas. El ejército invasor ocupó las plantas y tomó los materiales y componentes en stock. Con este episodio concluyó la experiencia de Peugeot en el campo de la aviación, para concentrarse en el diseño, desarrollo y producción de vehículos de cuatro ruedas.


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