El día que Jorge Cupeiro se hizo hincha de Froilán.

Sucedió en febrero de 1951, durante la quinta Temporada Internacional disputada en la Costanera Norte de la Ciudad de Buenos Aires. Aunque no haya venido ningún equipo del Campeonato Mundial, la presencia de quince pilotos argentinos y la espectacular visita de Mercedes-Benz con tres W154/M163 con compresor de 3000 cm3 de preguerra fueron enormemente convocantes.

El Automóvil Club Argentino presentó cinco máquinas: dos Ferrari 166 de 2000 cm3 para José Froilán González y Oscar Alfredo Gálvez, una Maserati 4CL para Alfredo Pián y dos Simca-Gordini para José Félix Lópes y Luis Angel De Dios, así como las presencias de Pascual Puopolo, Héctor Niemitz, Jorge Daponte, Carlos Menditeguy, Clemar Bucci, Roberto Mieres, Onofre Marimón, Alberto Augusto Crespo, Victorio Rosa y “Viannini”, si bien no sabemos era Giuseppe –Pepino-, el papá de Andrea.

Los pilotos de Mercedes eran los alemanes Hermann Lang y Karl Kling más Juan Manuel Fangio, subcampeón mundial en 1950.

Muy lejos de imaginar que trece años más tarde sería el piloto de su equipo en el famoso Chevytú, Jorge Cupeiro se hizo admirador de José Froilán González, en esa Temporada Internacional de 1951. Así nos lo contó él mismo: “Yo me hice muy hincha de Froilán porque había ido a ver las carreras de la Costanera, pero antes lo era de Oscar Gálvez.

La cosa surgió porque Fangio hizo acortar el circuito. Como iba a correr una de las Ferrari y pensaba que las Mercedes, por ser más potentes, le iban a ganar y él se que se las sabía todas, había hecho acortar la recta. Pero el equipo Mercedes trajo tres autos e invito a Fangio, quedandó una Ferrari en banda que fue conducida por Oscar Gálvez. La de chasis largo era La Juan Perón, y la de chasis corto, La Eva Perón, para Froilán y para Oscar, aunque en rendimiento eran iguales. Pero Oscar empezó “Que si me dan la de chasis corto, que si me van a dar la de chasis largo, que cuál era mejor, etc.…”. Como Gálvez protestaba tanto, Froilán le dijo: ‘Elegí la que quieras’. Oscar eligió la de chasis largo y Froilán, con la 166 de chasis corto ganó las dos carreras manejando como él sabía hacer. También corrió Menditeguy con el Alfa Romeo 308 con el que Oscar Gálvez había ganado en Palermo en 1949, todos estos autos pintados con los colores argentinos de competición”.

“Lo interesante fue que los Mercedes andaban con una mezcla a base de alcohol, pero el equipo no conocía la fórmula que usaban en la década del treinta. En las primeras vueltas, con el motor frío o relativamente frio, los mataban y después empezaron a quedarse porque la mezcla no era la correcta y levantaba temperatura… además, Froilán manejó como un dios. Pero lo más gracioso fue que yo ya usaba los pantalones largos y me volví a poner los cortos porque los menores de 12 años entraban gratis. ¡Nos corrió la policía montada, pero pudimos ver las carreras…!”.

Las victorias de González el domingo 18 de febrero en el Gran Premio Ciudad de Buenos Aires y el sábado 24 de febrero en el Premio Eva Perón fueron fundamentales para el llamado del Commendatore Ferrari a integrar su Scuderia, a la que le daría su primera victoria en el Campeonato Mundial el 14 de julio en Inglaterra.

 La Ferrari 166 chasis corto, tras una cuidada restauración a cargo del ingeniero Rafael V. Sierra, puede ser admirada en el Museo del Automóvil Club Argentino, en Avenida del Libertador 1850, Buenos Aires.