De chicos, Los Beatles seguramente habrán jugado con los Dinky Toys fabricados en Liverpool, su ciudad natal, pero una vez consagrados mostraron su gusto por las buenas máquinas. Como Paul McCartney, quien el 18 de junio cumplió 78 años, un buen motivo para repasar los autos de su vida.

Siendo Ringo el mayor de los cuatro, fue el primero en tener uno, un Ford Zodiac Mark II usado, iniciando una tendencia que podría haberlos llamado los Fab Fords, porque luego George Harrison compró un Ford Anglia, y Paul un Ford Consul Classic 315. Por supuesto, quien rompió la regla fue John Lennon, al despacharse con una Ferrari 330 GT como primer auto, con un V12 en vez de un cuatro en línea, el triple de potencia y más del doble de velocidad final que los autos de sus compañeros.

En cuanto al Consul de McCartney, Ford lo consideraba uno de sus modelos de alta gama, siendo un poco más grande y largo que el Anglia. Sin embargo, distaba de impresionar: aceleraba de 0 a 100 km/h en 22s6/10 y aun con una velocidad máxima de 125 km/h lo agarraron dos veces lo engancharon en exceso de velocidad una tercera lo que le hizo perder la licencia. Así lo señaló un diario de Liverpool: “James Paul McCartney, 21 años, músico de 20 Forthlin Road, Allerton, Liverpool, fue multado en 25 libras esterlinas y desclasificado para manejar en Wallasey por doce meses después de haber reconocido que excedió dos veces la velocidad en Seabank Road”. Estando Paul de novio con Jane Asher, al salir de la corte debe haberle dicho: “Nena, conduce mi auto”.

Mientras terminaba su inhabilitación y The Beatles comenzaban su gira mundial, el 22 de septiembre de 1964 McCartney cambió el Ford por un Aston Martin DB5, sólo cinco días antes del estreno de Goldfinger, película en la que se convirtió en el auto de James Bond por excelencia. Color azul sierra con interior de cuero negro y equipado con un tocadiscos, lo pagó unas 4000 libras. Después de conservarlo hasta 1970, lo compró Chris Evans, quien le puso la chapa patente “64 MAC”. Restaurado y pintado de plateado abedul, el color del Aston del agente 007, fue subastado en 2017 en 1345000 libras, o su equivalente U$S 1757000.

A partir de 1965, McCartney pasó a combinar los seis cilindros en línea del Aston Martin con los cuatro, aunque de un motor transversal. El manager Brian Epstein compró cuatro Mini para la banda, mejorados por Harold Ralford & Co., famoso carrocero dedicado a los Bentley. Epstein encargó los Mini Cooper S con las máximas especificaciones, como el motor 1275 cm3. Pintado verde savia California, el de Paul era una belleza, y hasta aparece en la icónica y psicodélica película Magical Mistery Tour. Subastado por 182000 libras o U$S 237800 en 2018, constituye una cifra récord para un Mini.

Dueño de un paladar exquisito, en 1966 Paul se compró otro Aston Martin, un DB6. Con una aerodinámica mejorada y motor de seis cilindros en línea de 3995 cm3 que producía 282 HP, estaba pintado en un sobrio verde Goodwood. La peculiaridad fue que en vez de tocadiscos McCartney le hizo instalar un grabador de cinta abierta, aunque la mejor anécdota es que viajando en el DB6 yendo a visitar a Julian, el hijo de John Lennon, se le ocurrió componerle una canción que llamó inicialmente Hey Jules. “Luego la cambió a Hey Jude. Siempre pensé que hablaba sobre mí y Yoko, pero Paul me contó que era sobre Julian. Esa es su mejor canción”, declaró John.

Hacia fines de 1966 McCartney incorporó otro deportivo británico, un Austin-Healey 3000 con motor de seis en línea, 2912 cm3, 124 HP y 185 km/h. Es el auto del mito de su muerte: saliendo de los Estudios EMI después de las primeras sesiones de grabación de Sgt. Pepper’s Lonely Hearts Club Band, y aun bajo los efectos del LSD, estrelló el convertible y murió en el accidente. La leyenda dice que Epstein y sus compañeros lo reemplazaron por alguien muy parecido, y quienes lo creían afirmaban que una de las claves estaba en la portada de Abbey Road: McCartney es el único descalzo de los cuatro y la patente del Volkswagen que se ve atrás dice “28IF”, esto es, “28 años si estuviera vivo”.

Su siguiente auto fue un Gran Turismo italiano en 1967. Se trata del segundo modelo de Lamborghini, un 400 GT, del que sólo se fabricaron 247 ejemplares. Equipado con volante a la derecha, su motor V12 de cuatro litros le permitía alcanzar los 250 km/h.

Su novia Jane Asher lo convenció de adquirir una granja en Campbeltown, Escocia, la que pasó a ser su hogar cuando McCartney se casó con Linda Eastman y los Beatles se separaron en 1970. Para ir y venir por los 200 acres compraron un Land Rover 86 primera serie de 1955. Apodado Hells On Wheels –Infierno sobre ruedas-, inspiró una canción de Paul McCartney & Wings de 1973, que dice: “Helen Wheels is our Land Rover”.

Además del incómodo pero noble utilitario de carrocería de aluminio, McCartney eligió un auto propio de una estrella de rock y en la línea que inauguró John Lennon, se compró un Rolls-Royce. Se trataba de un Corniche, la versión convertible de dos puertas del Silver Shadow. Aunque carrozado por Mulliner Park Ward y con un motor V8 de 6750 cm3, era bastante menos rimbombante que el Phantom V de John Lennon, una obra de arte pop sobre ruedas.

Alternando su gusto entre los autos ingleses e italianos, Paul compró un segundo Lamborghini, un Espada S2 de 1972. Equipado con un V12 de 3900 cm3 y 350 HP su aspecto raro lo hacía parecer un auto de los Thunderbirds, la serie de Gerry Anderson, de color rojo con tapizado ídem. La anécdota sucedió al querer venderlo… El candidato, sorprendido al ver quién era el vendedor, resultó asombrado cuando Paul le dijo: “En realidad no lo quiero vender. Me caés bien y si querés un Lamborghini impecable, buscá uno que nunca haya estado en un estanque”. Aunque le echó la culpa a su mujer porque dijo que Linda se había olvidado de poner el freno de mano…  y el Lambo terminó en el fondo del estanque familiar, pocos le creyeron.  

Mucho más adelante, en 2007, McCartney comenzó a salir con Nancy Shevell, quien sería su tercera esposa. Del otro lado del Atlántico, recorrieron la célebre Ruta 66 en 2008, para lo cual recurrieron a un viejito Ford Bronco de 1989, la cuarta generación del icónico SUV de tracción en las cuatro ruedas.

Establecido con su mujer estadounidense en California, Paul decidió en 2005 comprar un deportivo americano de dos asientos: un Corvette C5 con motor V8 de 5700 cm3 que producía 345 HP.

Nuestra lista concluye con un auto de lujo, un Lexus, que le patrocinó la gira de 2005. Sabiendo de su preocupación por el medio ambiente le regaló un LS con un V8 de cinco litros combinado con un motor eléctrico de 221 HP. Y cuando se casaron en 2011, llegaron al registro civil de Westminster en el Lexus híbrido.

Nota: traducción y adaptación del artículo de Paul Henderson de la edición británica de la revista GQ de junio de 2020.


5 comentarios

Beppe Viola · agosto 31, 2020 a las 8:34 am

En la ultima foto aparece la Lotus Elan primera serie, conectada para sempre a la leyenda «Paul is dead». aunque la unica cosa que los conecta es el propietario, un joven, rico y drogòn llamado Tara Browne. el fuè el que iniziò al LSD a Paul, en un accidente en scooter fuè el que le causò a Paul la rotura de un diente y un corte en el labio superior con la consecuencia de hacerse crecer el bigotazo de Sg Pepper..
Termino su vida contra un furgòn de duro acero ingles y fue perpetuado en unas estrofas de «a day in the life»

Autohistoria · agosto 28, 2020 a las 3:49 pm

Excelente nota. Los buenos autos y la buena música siempre se encuentran.
Saludos.

    Willy Iacona · agosto 30, 2020 a las 10:48 am

    gracias por el comentario, saludos

Matias · agosto 27, 2020 a las 12:37 am

no es de PAUL pero esta en el museo de mercedes el 190E de Ringo que pude ver muy interesante los musicos y los autos pero ni serca de la pasion que tenia Pappo por los motores

    Willy Iacona · agosto 28, 2020 a las 12:29 pm

    Hola, si asi es. Lo vi cuando estuve en el Museo Mercedes. muchas gracias. saludos

Deja una respuesta

Marcador de posición del avatar

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *