Haciendo memoria para la segunda nota de esta serie, recordé que hace unos años charlábamos de fierros con mi hermano a orillas del mar. Cerca estaban nuestras mujeres en otra conversación cuando una de ellas interrumpió diciendo, no hablan de otra cosa más que de carreras y autos…estamos todo el día escuchando lo mismo. Ante la amenaza, Lao desafío a su mujer: ok si hablamos siempre de los mismo nombra algún piloto de los que nombramos. Y la mujer tiro: Farinesi. Una mezcla de Farina y Villoresi.  Estallamos de risa, aunque la verdad le pifio por poco evidenciando que, efectivamente hablábamos todo el día de lo mismo.

En nuestros primeros años de stand en la Retromobile de Paris, venia todos los días un señor mayor austriaco o suizo a tomar café y hablar de autos. Un día nos contó que a modo de diversión empezó a publicar notas para una revista de cosas que no pasaron o de autos que no existieron; uno de sus mejores inventos fue el Rimsky-Korsakov V8, un supuesto auto del que se hicieron solo 3 en los años 50´s. Lo increíble fue que al poco tiempo en otra revista apareció un aviso de venta de un Rimsky-Korsakov V8, increíble pero seguramente sonaría muy bien.

Con Cris Bertschi fuimos a varias ediciones de Retromovil de Madrid. Una noche un coleccionista nos invitó a ver su colección, pero previamente nos hizo una recorrida por distintos bares de tapas, sin dudas una de las mejores cosas de España. Al quinto bar, ya no dábamos más de cerveza y al amigo español le patinaba un poco el embrague cuando hablaba. Entre trago y trago nos iba contando los autos que tenía mientras nos mostraba fotos, y en eso se detuvo en una foto de un ASA Ferrarina rojo y dijo … “este es mi coche, del mismo color, pero en azul”. Nos miramos con Cris riéndonos…Si escuchamos lo mismo… Su auto era del mismo color, pero de otro.

La Maserati Quattroporte es un sedán lujo que gracias a su éxito se fabricó en varias series y hasta hay una versión moderna. La traducción del italiano, está claro significa «cuatro puertas». Estando con Lao y Cris tomando un café en un expo apareció un compatriota a saludar. En medio de la charla dijo que venia de ver una Maserati “veinticuatroporte” y lo repitió varias veces. Cuando se fue estallamos de risa y nos pusimos a contar posibles puertas en el auto, pero fue imposible llegar a 24: las cuatro, más el baúl, capot, guantera, nafta, porta anteojos sumaban como mucho siete. O por ahí era una versión limousine para Las Vegas. 

En Italia con Lao fuimos a la Feria de Padova, obviamente de autos. De vuelta todo el día hablando de fierros y por el lugar en especial de autos italianos. Volviendo al hotel vimos un shopping y Lao me pidió que lo acompañe a comprarle algo a su hija Josefina. Entramos y me dijo le voy a comprar algo de Kitty que se que le gusta. Al escuchar pensé en Chitti, Carlo Chitti y enseguida lo vi agarrar una mochila rosa de Hello Kitty. Lo que demuestra el nivel de locura que tenemos por los autos. Está claro yo usaría la mochila de Hello Carlo Chitti.


3 comentarios

Mike · septiembre 11, 2020 a las 1:24 pm

Genial!! Verdaderos hallazgos Willy jaja!!
Me hiciste acordar la vez que con un amigo llevamos a un primo mío (que tenía menos automovilismo que la Para Tí) a ver F4 y F2 en el autódromo y comentábamos entusiasmados el manejo de Angelito Guerra, mi primo dice:
– Che, Guerra es el de gorro azul, no?…
– Sí, -le contesto- pero eso acá se llama casco…

b · septiembre 7, 2020 a las 8:17 am

A pesar de todo, la consorte le acertò al nombre Farinesi. bastante bien, porque el apellido del grande Gigi es Villoresi, con una sola S… 🙂

    Willy Iacona · septiembre 7, 2020 a las 10:52 am

    jajá, así es Pablo, y ahí caigo yo en las erratas escribiendo mal Villoresi. Gracias a que es un medio digital se puede corregir. abrazo

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