Podemos discutir si las casualidades existen, lo que es indudable es que hay días en que se alinean los planetas. Por ejemplo, el 23 de agosto de 1959 en Vicente López, en una jornada de Mecánica Nacional cuyo triunfador fue José Froilán González, con una carrera complementaria de microcupés entre las dos series ganadas por Jorge Cupeiro. Ese día, el Gallego fue a felicitarlo a Froilán, a quien admiraba desde la Temporada Internacional de 1951. ¿Quién hubiera dicho que cinco años más tarde serían los protagonistas del comienzo de una nueva etapa del Turismo Carretera, una revolución de la que todavía se habla?

El lugar fue Vicente López donde en la década del ’50 fue incorporado un nuevo escenario, la Ruta Panamericana, en el primer tramo del Acceso Norte, donde se disputaban los 200 Kilómetros del Vicente López Automóvil Club. La primera edición en 1954, el circuito tenía 2850 metros, la carrera tuvo 71 vueltas y Gilberto J. Riega fue el ganador seguido por Alfredo Pián, pero en 1955 Pián fue el vencedor y Riega segundo. En 1956 el trazado fue acortado a 2.180 metros y la carrera pasó a ser de dos series de 100 kilómetros cada una; volvió a ganar Pián escoltado por el uruguayo Asdrúbal Fontes Bayardo. No fue organizada en 1957, pero en 1958 el escenario fue en el Autódromo Municipal de Buenos Aires, con dos series en el Circuito Nº 2 y un nuevo triunfador, José Froilán González con la Ferrari-Corvette y segundo Ramón Requejo con su Chevrolet-Wayne.

En esta entrega nos ocuparemos de la edición de la quinta edición, la del encuentro entre Froilán González y Jorge Cupeiro. Aunque no tenemos certeza de la extensión, habiendo hecho las cuentas con los tiempos y promedios, surge que el trazado utilizado en 1959 era de 2999,91 metros. La carrera fue disputada sobre dos series de 34 giros, con clasificación por suma de tiempos, cuyas 68 vueltas nos da 203,994 kilómetros de recorrido. “La largaba era debajo de un puente en Olivos, luego se iba hacia la Avenida General Paz, retomándose poco antes. A la altura de una calle que podría ser Aristóbulo del Valle dábamos la vuelta para regresar hacia el norte, hasta la otra curva de 180º, en San Martín o Malaver… No recuerdo con exactitud, ¡es que pasaron sesenta años! Las rectas eran ambas manos de la Panamericana, que no estaban divididas por guard-rail, sino por un cantero. Teníamos miedo que hubiera habido alguna salida de pista, no nosotros con las microcupés, sino por los autos de Mecánica Nacional que iban muy rápido y había muchísima gente”, nos contó Jorge Cupeiro, quien ese mismo día fue el ganador de la carrera complementaria con un Heinkel, lo que tratamos oportunamente en www.dandydriver.com

La reunión fue realizada a beneficio del Hospital Municipal de Vicente López y el haber sido la anterior a las 500 Millas Argentinas de Rafaela, la lista fue numerosa, con 21 pilotos inscriptos. A diferencia del Turismo Carretera, en el que los Ford eran mayoría, en Mecánica Nacional los Chevrolet los equipaban con ocho: Hugo Armando Gimeno, Luis Repossi, Gonzalo Llaser, José Froilán González, Domingo Vita –que no corrió-, Ramón Requejo y Jesús Ricardo Iglesias. Los de Ford eran Héctor R. Sammartino, Ramón Perantoni, Nelson Lepera, Severino Castelliani, Miguel Hernández, Mario Coldesina y Víctor Risatti. Las minorías, con un solo auto por marca fueron Hugo D. Alberini con Willys, Rafael D. Grosso con Fiat, Pedro Franchelli con Studebaker, Ernesto Di Martino con Graham Paige, Basse Knudsen con Chrysler y “Pancho Villa” con un Continental. En la clasificación final, el que aparece con Fiat es “Horacio Santo”, que sería el seudónimo de Grosso. Alguno se agregó a último momento, como Toschi con Chevrolet, y entre los de punta faltaron Luis Brosutti y José Fanto. 

En la nómina que reproducimos resultan simpáticos algunos errores de ortografía; el seudónimo “Pancho Vila” es en realidad “Pancho Villa” y Basse Knudsen, que aparece bien escrito, es Bjorn Basse Knudsen, el notable piloto y preparador de Vicente López, quien dado la dificultad que presentaba su apellido, era más conocido como “Bamse”. En cuanto a las marcas, “Willis” es “Willys”; “Gran Paige”, “Graham Paige” y en vez de “Crisler”, debe decir “Chrysler”. Algunos apuntes: Hugo D. Alberini es quien unos años después lograba destacarse en Turismo Mejorado con uno de los Fiat 1500 de Automóviles Alvear. Uno de los pocos pilotos de la división menor, la Fuerza Limitada, que corrieron en Vicente López fue Rafael Grosso, con un monoplaza con motor Fiat 1100. La lista de inscriptos muestra también una falencia de la época, la identificación de los autos sólo por la marca del motor sin especificar el chasis. No fue, justamente, el caso de José Froilán González, presente con la renombrada Ferrari 625 con motor de Chevrolet Corvette V8 la Ferrari-Corvette.

El mencionado Gilberto Riega, piloto y periodista, apuntaba en la revista Velocidad: “El tipo de circuito no permite ni exige condiciones de especial virtuosismo de manejo y más bien un razonado empleo de lo que se tiene debajo del capot, incluyendo todas las partes del auto”, además de señalar que “Los puentes fueron utilizados como tribuna estratégica, así como los taludes a ambos lados, que alojaron al numeroso público”.

Tres de los pilotos de punta no pudieron estar en las pruebas de clasificación y largaron en las últimas filas: Froilán González por problemas de armado de motor; Iglesias que al salir con la tapa de carga de aceite floja le hizo bajar la presión de aceite y se detuvo suponiendo que se había fundido algún cojinete y Requejo quien sufrió la rotura de un pistón el viernes y debió encamisar el block el sábado. En cuanto a la carrera en sí, al principio de la primera serie tomó la punta Iglesias, y detrás suyo, por su izquierda iba Gimeno y a su derecha, Sammartino. Aunque muy pronto González y Requejo llegaron a la punta, notándose las diferencias entre algunos autos: por cada vuelta que daba el muy viejo Graham Paige de Di Martino, ¡Froilán le sacaba dos! En cuanto a retrasos, Gimeno sufrió con el motor ahogado un principio de incendio en los carburadores, pudo poner el auto en marcha y desaparecieron las llamas. Iglesias padeció la detención de motor, vibración de cardán y problemas de transmisión; abandonó. Con González en punta, el espectáculo estuvo a cargo de Sammartino, quien con buen manejo de la caja, y rebajes y frenajes bruscos, y a pesar de un semitrompo en el retome sur, le peleó el segundo puesto a Gimeno. La primera serie fue ganada por Froilán con Sammartino segundo a una vuelta y tercero Gimeno.

En la segunda serie Froilán disfrutó de largar desde la mejor posición, para irse alejando pero lo imprevisto fue que debió detenerse por un problema de válvulas. Volvió, recuperó la punta, y aunque cometió una pasada en un frenaje con una salida de pista incluida, volvió a ganar con una vuelta de ventaja. Detrás, la lucha seguía por el segundo puesto entre los mendocinos Gimeno y Sammartino, pero el Chevrolet-Wayne Nº 11 desprendía demasiado vapor y Gimeno debió detenerse para reabastecer agua. De todos modos, Sammartino sufría un problema que lo retrasaba. Knudsen, con problemas con el mando de la bomba inyectora en la primera serie, pudo reparar y corrió la segunda, en la que abandonó por embrague. A su vez Coldesina tenía dificultades en su nuevo sistema de inyección y abandonaba, “Pancho Villa” se retrasaba por problemas en la junta de tapa de cilindros y Miguel Hernández que había reemplazado su caja Delage por una Ford que no aguantó  siguió a marcha lenta. Quince días después de triunfar en Vicente López, José Froilán González rubricaba el año con otra victoria excepcional en las 500 Millas de Rafaela. Una curiosidad reconfortante: el hermoso trofeo correspondiente al primer puesto de los 200 Kilómetros de Vicente López del 23 de agosto de 1959 resplandece muy cerca de donde fue aquella carrera. En 2003 fue donado por el mismísimo ganador a la Biblioteca Municipal de Villa Martelli en General Lavalle 3281, biblioteca que –naturalmente- lleva el nombre “José Froilán González”.

La clasificación:

“200 Kilómetros del Vicente López Automóvil Club” – Autopista Panamericana – Circuito de 2991,71 metros – Dos series de 34 vueltas – Clasificación final por suma de tiempos – 23 de agosto de 1959.

Primera serie: 1º) José Froilán González (Ferrari-Corvette), 45m11s a 135,443 km/h; 2º) Héctor Sammartino (Ford), 32 vueltas; 3º) Hugo Gimeno (Chevrolet-Wayne), 32 vueltas. Con 28 vueltas: 4º) Pedro Franchelli. Con 27 vueltas: Miguel Hernández (Ford). Récord de vuelta: González, 1m13s7/10 a 146,676 km/h.

Segunda serie: 1º) González, 47m25s2/10 a 128,703 km/h; 2º) Gimeno, 32 vueltas; 3º) Franchelli, 29 vueltas; 4º) “Horacio Santo” (Fiat 1100), 25 vueltas; 5º) Sammartino, 24 vueltas: Récord de vuelta: González, 1m18s a 129,083 km/h.

Clasificación final: 1º) González, 1h32m36s3/10 a 132,172 km/h, 68 vueltas; 2º) Gimeno, 65 vueltas; 3º) Franchelli, 57 vueltas; 4º) Sammartino, 57 vueltas; 5º) “Horacio Santo”, 49 vueltas.


3 comentarios

alfredo · agosto 6, 2022 a las 12:49 am

Estuve alli. Recuerdo que corrian Froilan e Iglesias pero tambien tengo bien patente a Hernandez, vecino de casa, que lo veia pasar atras lejos. Ese auto lo tuvo en exposicion mucho tiempo en su local de San Martin y Liniers. Entramos para ver la carrera por San Martin y por donde estaba el cine Gran Norte, hoy un supermercado, cruzaba una cinta y en el medio una urna por donde se depositaba el boleto para pasar. Los coches pasaban de largo por Panamericana quizas hasta Malaver pero luego me comentaron que a boxes se subia por San Martin y estaban sobre Blas Parera.

alfredo · agosto 3, 2022 a las 1:37 am

Yo presencie esta carrera. No tenia 4 años pero recuerdo que la entrada estaba por el cine Gran Norte, hoy hay un supermercado. Una cinta cruzaba la calle de vereda a vereda y habia una urna en el medio donde se depositaba la entrada y se pasaba. Por San Martin no cruzaban el puente pero segun me decia mi hermano que por alli estaban los boxes entre San Martin e Irigoyen. Creo recordar autos azules y amarillos los de Froilan e Iglesias, eran los mas nombrados y tambien recuerdo andando atras a Hernandez, que era vecino nuestro y tuvo durante muchos años su auto en exposicion en su local de San Martin casi Liniers.

Eugenio · agosto 16, 2020 a las 11:46 pm

Willy precisa la foto con los puentes de la Panamericana de fondo. No sabia de esta carrera!

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