La última foto de Fangio en carrera

Hace unos años atrás, un amigo me regalo en Retromobile una caja de postales del fotógrafo Jesse Alexander, uno de los mejores fotógrafos de automovilismo de los años 50´s y 60´s.

En la muy linda caja de aluminio venían 32 fotos a cuál mejor. Pero sin dudas la que más me gusto fue la de Fangio en Reims, 1958.

Terminada la temporada 1957 con Fangio Campeón, y habiendo llegado al tope máximo de sus capacidades para ganar el Nurburgring, la más épica carrera de la historia de la Formula 1, el Chueco sentía que ya había ganado todo y nunca más volvería a manejar como aquel día. Era hora del retiro de las pistas.  

Convencido por su manager Mar­ce­llo Giam­ber­to­ne, accedió a seguir compitiendo en la temporada 1958. 

En primer lugar, por algunos compromisos firmados como correr en Cuba y en Monza con un auto de Indy, y por otro lado para darle una mano a los hermanos Orsi, quienes se habían concursado. Siendo la fábrica intervenida por el gobierno italiano en un intento de salvataje y dependiendo en gran manera de los resultados deportivos de la marca.

La primera fecha del campeonato de 1958 era en Argentina. La presencia de Fangio era un factor fundamental para garantizar el éxito de aquella temporada y la continuidad del equipo. 

En las dos carreras de la Temporada Fangio corrió con Maserati 250F,  inscriptas como Escudería Sud Americana. Equipo formado por Gianbertone con mecánicos y apoyo oficial de fábrica. 

Los cambios reglamentarios habían dejado a las Maserati 250F en inferioridad de condiciones, frente al liviano Cooper motor trasero con el que gano Striling Moss, y las nuevas Ferrari 246 de Musso (2°) y Hawthorn (3°).  Pese a esto Fangio se las ingenió para hacer la pole position.

Un mes más tarde se corrió el Gran Premio Ciudad de Buenos Aires, el gran favorito era Moss con su Cooper, pero un toque con la Maserati 250 de Jesús Ricardo Iglesias lo dejo fuera de Carrera y Fangio ganó escoltado por Luigi Musso con Ferrari.

Seguiría en el calendario de Fangio el Grand Prix de Cuba, en el que no corrió debido a que fue secuestrado por revolucionarios cubanos. Pese a no pasar momentos de violencia, aquel episodio también peso a la hora de pensar en el retiro.  

En junio partiría a Monza a participar de la Carrera de los dos Mundos, que juntaba a autos de Indy y la Formula 1. Tenía contrato para correr con la Escudería Dean Van Lines. Pero el auto no estuvo en condiciones hasta minutos antes de la tercera serie, en la que solo pudo dar dos vueltas antes de abandonar por la rotura del motor.

Llegaría Reims, a donde nuevamente se presentó el equipo Maserati, aunque un tanto camuflado, ya que en la lista de inscriptos figuraba como equipo “Juan Manuel Fangio”.

La vieja Maserati estaba en inferioridad de condiciones técnicas, propias del avance y los cambios de reglamento.

Hubo aparte otros factores que le restaron perfomance a la auto, el primero que el equipo decidió dejar los amortiguadores que siempre uso Fangio en la 250F  y reemplazarlos por los Koni, de inferior rendimiento pero que pagaba para que sean colocados en el auto del campeón: Segundo: estaba calzado con cubiertas Dunlop y no las tradicionales Pirelli que habían contribuido al éxito del año anterior y tercero: el auto había sido agujereado en varios lugares del chasis y movimientos intentando acercarse a los livianos bastidores de los Vanwall, Cooper y BRM.  

El resultado en clasificación fue la demostración de las peoras a las que se sometió al auto, Fangio clasifico octavo, algo casi nunca visto en toda su campaña.

La carrera fue una suerte de calvario para Fangio, viendo como pese a su pericia iba perdiendo terreno frente a sus rivales en una Maserati de difícil manejo.

A pocas vueltas del final paso por la recta principal a toda velocidad mirando fijo al box que seguramente entendió perfectamente el significado de esa mirada.

Jesse Alexander capto de manera magistral ese instante. Era la última foto de Fangio en carrera.