“Correr es vida, todo lo del medio, es solo esperar”

Steve McQueen

Las esperas son la muerte.  Correr en auto te da adrenalina, peligro y vértigo, por eso  las esperas se sienten más. Esperás entre carrera y carrera. Apenas te bajas del auto pensás en la próxima. El día de la carrera lo pasas a la espera de que llegue el gran momento del subidón de salir a pista. En una carrera hay mucho tiempo muerto, el peligro es pasarlo pensando. Pensando en lo que puede pasar, en  la infinita cantidad de cosas que pueden salir mal. Salir a pista en Montecarlo,  con un Formula 1 del año del pedo, rápido y peligroso, cuatro caños rodeados de nafta, una bomba de tiempo con cuatro ruedas, no pegarle a ninguna pared en un circuito que es un túnel de paredes, frenar en el punto exacto, los banderilleros, los rezagados, ¿Habrá aceite? ¿Lo veré? En todas esas curvas ciegas ¿Habrá un boludo cruzado adelante, parado? ¿Si me pego me saldrá caro? Nunca pensás en lastimarte. Hay un límite, nunca te va a pasar a vos, hasta que te pasa. Lo último que pensás  es ¿Qué hago acá?  La experiencia te enseña a no pensar. Correr en auto, en serio,  requiere de una  falta total de imaginación.

Desde que llegas al circuito esperás. La primera espera es para registrarte. Luego esperas sentado la reunión de pilotos: un bodrio repetitivo pero necesario. Luego esperás para cambiarte. Es muy incomodo estar todo el día con el buzo antiflama puesto. Yo voy media hora antes de subirme al auto. Primera ceremonia, medias, calzoncillo largo, remera. Luego el buzo  y por último las botitas. Todo a prueba de fuego y muy pero muy caluroso. Las botitas son extra cómodas para manejar, pero un incordio para caminar.  Siguiente espera es al lado del auto, es ahí donde empiezan los nervios porque ya falta poco. Suele ser un mal momento porque te convertís en un imán que atrae gente que te quiere conversar. Vos querés estar solo, pensando en no pensar. Querés  repasar el circuito, curva a curva, cada trayectoria, cada punto de frenado, cada puesto de banderillero. No querés que te hablen, pero te hablan.  ¿Cómo escapar? Fácil, caés en la trampa de subirte al auto. Siguiente ceremonia, tapones para los oídos, capucha anti flama, guantes, protector cervical y por último el casco: tu mejor amigo. El casco tiene que ser cómodo, pero no tanto, apretado, pero no tanto.  El casco es lo único que se ve del piloto. Por fin te subís  al auto y te atás con ayuda los cinturones. Son cinco, solo no podés. Y ahí quedaste, apretado como un matambre, cagado de calor, incómodo e inmóvil. Te das cuenta de que charlar con alguien no estaba tan mal y te preguntas para que mierda te subiste al auto con tanta anticipación. Ahora estamos en la peor espera porque siempre hay demoras. Es raro salir a pista en horario, siempre hay un auto chocado que sacar, aceite que limpiar o lo que sea. Y vos ahí, ansioso y preguntándote si todo este delirio tiene sentido.

Luz verde. A pista. Como por arte de magia todo desaparece. La incomodidad, las preocupaciones, el calor. Pero también desaparece tu vida. Desaparece el laburo, tus afectos, tus intereses. Desaparece todo. Quedan solo  la maquina y vos unidos en el espacio y el tiempo, una curva a la vez. No hay pasado, no hay futuro,  estás en presente absoluto. Un presente amplificado. Tu cabeza recibe toneladas de información. El color del asfalto, los relojes, los autos que están cerca, lo que pasa adelante y atrás. Tus ojos y tus manos transmiten todo el tiempo, pero la información mas importante la emite tu culo. El auto se siente ahí, las vibraciones, si lo vas a perder o no, cada salto, cada actitud, todo lo sentís en el traste. Podes ser lento para aprender, pero si tu culo es sensible tenés medio partido ganado. Y allá vas, feliz. Sos amo y señor de tu destino. Estas en control total de tu vida. Pero el control es solo una ilusión.

Fotos de @a_traccion


5 comentarios

Beppe Viola · julio 10, 2020 a las 9:46 am

Como decía Mòria Casan… es todo una cuestión de culo…

Daniel Platero · julio 8, 2020 a las 2:10 pm

Excelente pintura de los sentidos y sentimientos que se expresan en un auto de carreras!

Don Richard · junio 26, 2020 a las 7:56 pm

Muy buen artículo, Manuel. Supongo que será siempre así. En la única carrera de velocidad que corrí me pasó. Un abrazo.

Juse del Castillo · junio 26, 2020 a las 12:58 pm

Muy lindo artículo y muy buenas fotos, lo vi a Lao por ahí.

    Willy Iacona · junio 26, 2020 a las 10:26 pm

    Puede ser! El Dr. suele andar por esos pagos.

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