Muchos recordarán a los Isetta, Heinkel y Messerschmitt como los Ratones Alemanes, que anduvieron por las calles argentinas a fines de los cincuenta y principios de los sesenta, los llamados microcupés.

El Messerschmitt era el más extravagante, porque no tenía un portón frontal ni tampoco techo, sino una cúpula transparente de reminiscencias aeronáuticas.

Es que la empresa creada por Willy Messerschmitt produjo durante la Segunda Guerra Mundial los BF109/ME109 y el ME262, el primer avión caza con propulsión a turbina. La compañía sobrevivió a la posguerra cambiando a Messerschmitt-Bölkow-Blohm; en 1989 fue adquirida por Deutsche Aerospace, y actualmente forma parte de Airbus.

Después de la Guerra, Messerschmitt no estaba autorizada a fabricar aviones y el ingeniero aeronáutico Fritz Fend les propuso fabricar autos mínimos, como el triciclo KR175 que fue producido entre 1953 y 1955.

La sigla KR proviene de Kabinenroller, “motoneta con cabina”, y el número corresponde a la cilindrada. El Messerschmitt estuvo basado en el Fend Flitzer, un carro para inválidos que Fend había diseñado.

La original cúpula de plexiglás que abría hacia la derecha cumplía las funciones de parabrisas, ventanas y puertas, con un pequeño parabrisas de vidrio y ventanillas deslizantes. También fabricaron una versión “sportster” o abierta que sólo tenía el parabrisas con una capota de tela plegable.

El motor, ubicado detrás del asiento del pasajero, era un Fitchel y Sachs dos tiempos de 174 cc refrigerado por aire de 9 HP a 5250 cc.

Los Messerschmitt eran comandados con un manubrio con una columna que actuaba directamente sobre los brazos de dirección, y con frenos en las tres ruedas.

El KR175 también fue fabricado en Italia bajo la marca MI-VAL, aunque con su propio motor de 172 cc.

En 1955 el KR175 fue reemplazado por el KR200, con un motor de 191 cm3 cuyo cigüeñal podía girar en ambos sentidos de rotación. El KR200 contaba con amortiguadores en las tres ruedas, neumáticos de mayor tamaño, 23 kilos más de peso y 90 km/h de velocidad máxima, 10 km/h más que su antecesor.

Los Messerschmitt pasaron a ser producidos por Fahrzeug y Maschinenbau, también en Regensburg, en 1956. Esta firma fabricó una evolución de cuatro ruedas, el Tg500, cuyo motor de dos tiempos de dos cilindros en línea de 493 cm3 producía 19,2 HP a 5000 rpm.

Mientras que el KR200 continuó con la marca Messerschmitt, el Tg500 llevó el logotipo FMR, las iniciales del fabricante. Conocido con el apodo de Tiger, fueron fabricados 320 entre 1958 y 1961.

Además de microcupé, el KR200 tuvo versiones kabrio limousine y roadster, y entre 1955 y 1964 fueron fabricadas unas 35000 unidades.

Para demostrar su confiabilidad, Messerschmitt preparó un KT200 para establecer el récord de velocidad de vehículos de tres ruedas menores a 250 cc. Era monoplaza, con el motor modificado pero las suspensiones, dirección y frenos standard. Entre el 29 y 30 de agosto de 1955 rompió 22 records internacionales incluyendo, a 103 km/h, el de velocidad para las 24 horas.

Aun con su muy bajo consumo, el boom económico disminuyó la demanda de este medio de transporte tan básico; las ventas cayeron en 1962 y dos años después dejó de ser producido.

Varios Messerschmitt llegaron a la Argentina importados por la empresa Panambí. Uno de los puntos de venta fue Autochic, casa especializada en microcupés, con salón de ventas en Belgrano 1101 esquina Lima, Ciudad de Buenos Aires. Su propietario era Rolando Hanglin, el padre de Lanny, el periodista homónimo.

Los Messerschmitt son siempre una gran atracción en Autoclásica, aunque en esta especial ocasión tendremos que esperar hasta 2021 para contemplarlos.


5 comentarios

Rolf · noviembre 27, 2022 a las 4:01 pm

I collect original brochures from Messerschmitt Cars (Panambi) If anyone have something for me please contact me. Regards Rolf (schmidt3107@t-online.de)

Gabriela · noviembre 27, 2021 a las 11:04 am

Super interesante el post!!!

Dominga · junio 2, 2021 a las 7:29 am

Super interesante el post!!!

José del Castillo · agosto 5, 2020 a las 2:02 pm

Había una fantasía popular que decía que las cabinas del KR 200 eran sobrantes de guerra de la del caza ME 109 ya que tenían un «supuesto» parecido y se abrían igual, hacia la derecha. Nada más incorrecto, basta ver una foto de un ME 109 para darse cuenta que no tienen nada que ver una con otra.

    Willy Iacona · agosto 6, 2020 a las 9:43 pm

    Si muchos siguen repitiendo ese verso. Pero es tal cual decis vos Juse. abrazo

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