Stuck a Reutemann: ¿me llevas a dar una vuelta en el N°15?

El alemán Hans Joachim Stuck heredó la pasión por la velocidad de su padre Hans Villiez von Stuck, quien había ganado varios Grandes Premios y trepadas de montaña en la década del treinta con Auto Union, y hasta llegó a correr dos carreras del Campeonato Mundial de Conductores, en 1952 y 1953.

Hans Joachim Villiez von Stuck, su hijo, más conocido como Hans Joachim Stuck, nació en Grainau, Baviera, el 1° de enero de 1950. Después retirarse, su padre fue instructor de la escuela de pilotos de Nürburgring y cuando Hans tenía tan sólo nueve, lo dejó dar unas vueltas manejando uno de los autos usados en los cursos. “Di más vueltas en Nürburgring que en cualquier otro circuito”, le contó Hans –con otras muchas anécdotas- a Simon Taylor, en la excelente sección de MotorSport en la que almuerzan con una figura de renombre.

El sobrenombre de Hans, Strietzel, es una palabra que remite a una torta de miel. Su primer auto de carrera fue un BMW 700, como los que corrían en la clase más chica de nuestro Turismo Mejorado. Años más tarde, en 1973, Jochen Neerspach de BMW y Robin Herd de March le dieron la oportunidad de llegar a Fórmula 2. Sus buenas actuaciones le permitieron llegar a ser piloto oficial de March el año siguiente. Pero repentinamente, Jean-Pierre Jarier dejó el equipo March de Fórmula 1 y se fue a Shadow. De la noche a la mañana, Stuck fue llamado para conducir un March 741-Ford Cosworth en el Gran Premio de Argentina de 1974.

Así contó Hans la aventura: “Nunca me había sentado en un auto de Fórmula 1 y la primera vez que manejé uno fue en Buenos Aires, en las pruebas de clasificación del viernes. Iba por la amplia curva rápida a la derecha de cuarta marcha –el Curvón Salotto-, mientras pensaba: ‘Estoy andando bastante bien’, cuando en eso ¡eeeeeowwww!, la Ferrari de Niki Lauda me pasa por afuera como parado. Paro y pregunto qué tiempo había hecho, ¡estaba a 10 segundos del mejor tiempo! Me fui a verlo a Carlos Reutemann, era el circuito donde corría de local, por lo que pensé que era el muchacho indicado para preguntar. ‘Perdoname, mi nombre es Hans Stuck y soy nuevo en Fórmula 1. ¿Podrías decirme cómo manejar en este circuito?’. Dimos 10 o 12 vueltas en su auto particular y me dio muchos buenos consejos, algo muy amable de su parte. El sábado mis tiempos mejoraron mucho, y en la carrera iba 11° cuando la transmisión se rompió”.

Stuck eligió bien, ya que Reutemann conocía el Circuito N° 15 del Autódromo de Buenos Aires al haber corrido los 1000 Kilómetros en 1970 y 1971. Además, lo demostró en el famoso debut del Brabham BT44 y la primera vez que lideró un Grand Prix, cuando punteó 49 de las 53 vueltas y abandonó al quedarse sin combustible.

Desde allí en adelante, Hans Stuck protagonizó una larga y exitosa campaña. Además de Fórmula 1, corrió en Fórmula 2, Sport -Grupo C-, IMSA, DTM, el Campeonato Alemán de Camiones que ganó y Grand Prix Masters. Ganó dos veces en Le Mans en equipo con Derek Bell y Al Holbert en 1986 y 1987, ambas con Porsche 962C, y las 24 Horas de Nürburgring con un BMW 320 diesel. En 2007 fue nombrado embajador deportivo de Volkswagen para todas sus marcas, desde Skoda a Audi.

La última vez que corrió fue en las 24 Horas de Nürburgring de 2011. “Corrí primera carrera en Nürburgring, así que decidí que también allí tenía que ser la última. Conduje un Lamborghini con mis dos hijos Johannes y Ferdinand, y me subí para conducir en el último turno. Mientras entraba en el auto, pensé: ‘Después de 43 años, es la última vez que vas a correr en auto’. Había banners y carteles del público por todos lados: ‘Adiós Strietzel’ y ‘Gracias Hanschen’. Pude terminar mis días como piloto en mi pista más querida, con mis amados hijos”.

“Ahora soy una especie de chofer de taxi, al volante de un Audi R8 de competición llevando pasajeros que pagan mucho dinero con fines de caridad. Pero no corro más, ni me lamento. Después de 43 años el cronómetro gobernó mi vida. Ahora sólo uso el cronómetro para hervir un huevo”.