Hace unos años compre un Falcon de carrera del que no se conocía su procedencia.  Decían que podría haber sido uno de los autos que hizo Carmelo Galbato pero que nunca llego a correr. Tenía toda la  pinta de haber corrido o de haber estado preparado para correr.

Lo lleve para mi galpón y ahí quedo guardado esperando ser restaurado. Un día vino a verlo Franco Chiaro,  amigo y gran conocedor de TC. Le gustó mucho el auto y me dijo estar seguro de haberlo visto antes,  voy a buscar entre las fotos que tengo

A los pocos días me envió una foto, y me dijo creo que es este es tu auto. El piloto era Néstor Moreno  en la vuelta de Gral. Pico del año 67.

Teniendo esta información más precisa, subí la foto al Facebook “historia del TC” y dos meses  después apareció el primer comentario  de Maximiliano  Guirlanda: …”el que está apoyado en el techo es mi papa y el que está en la punta es Luis Román.

Luis “el Corto” Román es el reconocido preparador de los autos de Tito Bessone y Juan María Traverso, entre otros.

Mi respuesta y pedido de mas información fue inmediata y Maximiliano me contesto amablemente que iba a buscar. Lo llame durante meses insistiendo, me aseguraba que tenían que estar pero no encontraba las fotos.

Finalmente encontró las fotos y me fui a buscarlas, era en la zona de Martínez. Allí copie todo, charlamos un rato y me dijo: acá a unas cuadras esta Luis Román, anda a verlo, el te va a contar bien la historia.

El corto Román asombrado por las fotos, me confirmo que efectivamente era el auto de Néstor Moreno, y fue uno de los primeros que preparo como aprendiz del alemán Bamse. Un gran preparador de esa época del TC.  Luego de una extensa e interesante charla de unas 3 horas, me fui a mi casa y comencé con la restauración del auto.

Finalmente pude manejarlo y disfrutarlo en pista con los amigos de Leyendas del TC, pero los reencuentros siguieron. Me escribió Alberto Domínguez, otro de los que aparecían en la foto y vino a ver el auto. ¡Que emoción tenía, las lagrimas de ese hombre cuando se reencontró con el auto 52 años después!

Es así que a raíz de esto decidimos llevar el auto a la última edición de Autoclasica, y el domingo en la expo se volvieron a juntar el Falcon y sus creadores, preparadores y  personas que fueron parte de su historia. Ahí estaban: Luis Román, el hijo del “Nene” Stefich; quien había sido preparador del auto y un sobrino de Néstor Moreno.

Todos dejaron su firma en la tapa del baúl del auto.

Pasaron 52 años desde que esos muchachos de las fotos  y estos hombres grandes de hoy se volvían a encontrar con el auto, hubo emoción, llantos abrazos, esas cosas que lograr provocar los fierros. 

Horacio Vescio. 


7 comentarios

Mike · mayo 18, 2020 a las 2:29 pm

Qué bueno que en nuestro país hace ya un tiempo se ha instalado la costumbre de recuperar autos como en este caso del TC. Muy buena historia Horacio! En la foto en pista detrás viene el Falcon gris (réplica del de Gradassi ’71) de mi amigo Alfredo García, auto al que no solo lo vi nacer sino que con él hemos trabajado y hasta corrido en Balcarce.
Las Leyendas del TC siguen creciendo!!

Giuliante diego · mayo 12, 2020 a las 10:38 pm

Es un enorme placer ver este auto ,y al mismo tiempo que todavia este «vivo» dado que fue compaňero de muchas anecdotas sobre su costruccion cuando yo era un pibe dado que mi viejo fue parte de ese grupo de mecanicos cuando tenia 21 primaveras….aun conservo gran parte de esas fotos y me emociona ver a mi viejo tan joven,desde ya muchas gracia,Diego Giuliante

    Dandy Driver · mayo 13, 2020 a las 1:55 pm

    Muchas gracias por el comentario. Nos encantaría ver las fotos y compartirlas.

    Horacio Vescio · mayo 13, 2020 a las 8:27 pm

    Hola Diego , que alegría que te guste el auto y te traiga buenos recuerdos , tu papá es el que está sentado en el auto no ?
    Me encantaría ver las fotos que tenés .

Héctor F. Neri · mayo 12, 2020 a las 12:27 pm

Muy lindo el auto. Tiene la estética exacta de esa época de los Falcon ruteros. Aire al equipo oficial y al del Falcon de Cabalén (que también fue ex equipo). Román lo menciona a Bamse y eso me trae recuerdos. Bamse tuvo muchos años su taller en la calle Vergara al 1500, había siempre mucha actividad, gente que entraba y salía, lo mismo que autos, especialmente de carrera. Estoy hablando del los años 65, 66, 67, 68.. El auto de Bamse era muy bajito, muy técnico, el acelerador era un fierrito con una ruedita que seguramente le permitía dosificar la presión del pié con más precisión. La columna de dirección también estaba muy bien resuelta. No era recta, era partida, muy bien diseñada. El Ford F 100, alimentado a inyección bramaba. Nosotros eramos una barrita de pibes de 14, 15, 16 años, Jorge, Daniel, Guillermo, Carlitos Quintana, Juan Carlos, leíamos El Gráfico, Automundo y Corsa, conocíamos a todos los autos de memoria y parabamos en la esquina de Quintana y Vergara a 50 metros del taller. Algunos sábados a la noche, el equipo estacionaba el TC en esa esquina, sobre Quintana , delante nuestro prácticamente, acoplado a una F 100, sin el capot y Bamse con una hoja oficio y sus colaboradores iba chequeando que estuviese todo lo necesario para la carrera de TC que se correría al otro día a la mañana, seguramente en algún lugar no muy lejano. El domingo, temprantito lo seguíamos por la radio, el auto volaba, hacía parciales excepcionales hasta que abandonaba. A veces daba una vuelta manzana para probarlo y atronaba a toda la cuadra y algunos vecinos se enojaban por el ruido. A fin de año hacían un asado, la mesa eran dos tambores de 200 litros y un tablón, y ahí podíamos entrar al taller y ver algunos autos y máquinas del taller.
Pasaban películas de Mobiloil y de Firestone sobre Indianápolis, a color, por supuesto.
Bamse, todos los días se iba a su casa la nochecita, caminando, casi siempre vestido de marrón, con su gorrita. Creo que vivía por la zona de España y Aristóbulo del Valle, más hacia Puente Saavedra. Muchos años después se mudó, creo que a la zona de Pacheco. Hoy, donde estaba el taller y desde no hace mucho está el Florida Day School. Les quería compartir estos recuerdos.

Willy Iacona · mayo 11, 2020 a las 7:08 pm

Muy buena nota y gran hallazgo. Felicitaciones Horacio.

Deja una respuesta

Marcador de posición del avatar

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *